Las esquelas siguen siendo, pese a las nuevas tecnologías, una de las mejores formas de despedirse del mundo. Hay quienes llegan a hacer una lista de invitados a su propio funeral: "al resto... deseo que sigan tan lejos como estuvieron", o quienes las utilizan para agradecer el apoyo de terceras personas, como hizo en su momento la valenciana Maruja Tatay en la esquela de su marido donde mandó un mensaje de cariño a la Policía Nacional: "Cada vez que he necesitado de sus servicios para atender a mi marido han estado ahí. Si no hubiera sido por ellos no sé qué hubiera sido de él".

Pero el caso de Silvino Bastos Ramírez demuestra que aún se puede creer en el amor. Para la esquela de este hombre de 91 años fallecido ayer viernes, su familia decidía dedicarle unas breves líneas demostrando que su condición de compañero de vida de "Mucha" no era solo una expresión. El texto en cuestión dice así: "Porque morir de amor, se puede. Porque 63 años a su lado, no te parecieron suficientes. Porque tu lealtad sigue cuando se acaba la vida. Por todo eso, has querido seguirla.

La emotiva esquela de don Silvino Bastos, publicada en Faro de Vigo Faro de Vigo

Antes de desear que "Selvi" descansara en paz, sentenciaban con un rotundo "¡Nos has enseñado tantas cosas! Ahora sabemos que morir de amor, se puede."

El funeral fue el pasado lunes en la iglesia de San Salvador de Torneiros de Porriño, en la más estricta intimidad.