"Fue un segundo, bajé a la calle a buscar a mi marido y cuando me dí cuenta el niño ya había caído", se lamentaba Nieves, la madre del pequeño de tres años que sobrevivió milagrosamente el lunes por la tarde tras caer desde una altura de siete pisos en un finca del barrio de La Plata de Valencia. Aarón H. V., que sigue ingresado en el nuevo Hospital La Fe, evoluciona favorablemente y hay indicios para ser optimistas, según sus familiares. "Lo único que quiero ahora es que se ponga bien", aseveró la madre.

Los familiares de Aarón aseguraron a este periódico que la mujer estaba siempre pendiente de sus cuatro hijos, de entre tres y ocho años, y que lo ocurrido le puede pasar a cualquier padre. "Con los niños no te puedes despistar ni un momento, te giras y cuando te quieres dar cuenta ya han metido los dedos en el enchufe", argumentó Paco, tío de Nieves.

Según explicó la mujer, que está embarazada, al ir al baño esa tarde se dio cuenta que sangraba y pensó que podía perder al bebé. Rápidamente, asustada, bajó a la calle a buscar a su marido, quien acababa de salir de la casa y se encontraba en las proximidades. No sin antes interesarse por los otros tres niños que estaban en la casa. "Le dije a mi chiquilla mayor que mirara a los nenes, que subía enseguida", explicó Nieves.

Sin embargo, en ese corto lapso de tiempo el pequeño Aarón, de tres años, y que tiene un hermano mellizo -el cual estaba fuera de la casa con el padre- se precipitó desde la ventana de una de las habitaciones de la vivienda. Fuentes de la familia prefirieron no especificar si en dicha estancia había un cama pegada a la pared, desde la cual el menor pudo acceder a la ventana. "No sabemos cómo se subió allí, si te dijéramos una cosa o la otra te estaríamos mintiendo", confesó un tío de los niños.

Todo apunta a que el menor se golpeó contra una antena que hay en quinto piso y luego con una repisa, lo que amortiguó la caída del pequeño. "Es un dolor muy grande para una madre ver así a su hijo", se lamentaba Nieves en la sala de espera de la UCI del Hospital La Fe. Junto a ella varios familiares la apoyaban en tan duros momentos. "Esperamos que el milagro divino se complete y que se ponga bien cuanto antes", apuntó uno de los familiares con una Biblia bajo el brazo.

"No hay derecho a todo lo que se ha dicho por ahí, los niños no se asomaban a la ventana a menudo como dicen algunos vecinos", alegó una tía de los niños. "Si fuera así lo habrían denunciado y no lo han hecho", añadió Paco.

Al cierre de esta edición el menor se encontraba estable dentro de la gravedad, según apuntaron fuentes de la familia. "Está sedado, pero respira por sí mismo, lo cual es muy positivo", explicaron estas fuentes. Todos confían en que Aarón se recupere y pronto pueda volver a jugar con sus hermanos en casa.