La organización de traficantes que introdujo por el puerto de Valencia casi ocho toneladas de hachís recubrió las bobinas de PVC para invernadero, en cuyo interior estaban ocultas las pastillas de hachís, con planchas de plomo, con el fin de evitar que una eventual inspección con un escáner lo detectase, según informó ayer la Guardia Civil.

La operación Plastic, de cuyos pormenores informó ayer en exclu?siva Levante-EMV, ha permitido, de momento, la detención de un hombre, dueño de un pequeño negocio de productos agrícolas. El detenido había alquilado una nave en Níjar (Almería) a la que fue conducido el contenedor con los 7.740 kilos de hachís a bordo de un camión que partió el lunes por la tarde del puerto de Valencia.

El contenedor, procedente del puerto marroquí de Casablanca, ha?bía sido inspeccionado esa misma mañana por funcionarios de Vigilancia Aduanera, pertenecientes a la Agencia Tributaria, tras ser seleccionado en un proceso de análisis de riesgos. Al constatar que con?tenía hachís, el fiscal especial antidroga de la Comunitat Valenciana, Luis Sanz, ordenó a la al EDOA de la Guardia Civil de Valencia la entrega vigilada del estupefaciente, lo que propició la detención del co?merciante almeriense.

Por otro lado, la diligencia de dos policías nacionales de la comisaría de Gandia propició la intervención, el martes, de 213 gramos de heroína, tras sospechar de dos jóvenes que viajaban en una moto y que fueron detenidos. Tras perseguirlos y darles alcance, inspeccionaron el vehículo y encontraron la droga oculta en un bote.