Lo sabían los más viejos del lugar y desde esta semana se hacen una idea los inquilinos más jóvenes del número uno de la calle Tres Forques. Una finca que en los últimos 43 años ha sido testimonio de siete muertes violentas. Dos personas perdieron la vida por accidente, dos más se suicidaron, otras dos no se sabe con certeza si fue un doble suicidio y la última falleció asesinada esta misma semana.

Este edificio de siete alturas y ático, cuyos balcones se asoman incrustados sobre el típico ladrillo rojo de las viviendas que se levantaron durante el franquismo, acumula varias tragedias en su historia. La finca da a tres viales diferentes (de hecho tras su construcción en 1957 figuraba en el número 78 de la calle Cuenca). Junto al actual número uno de la calle Tres Forques, sin embargo, hay una placa de la avenida de Benito Pérez Galdós. La esquina puede llevar de cabeza a cualquier cartero novato.

Desde el viernes los vecinos no salen de su asombro por el asesinato de una mujer que ejercía la prostitución y que sufrió los ataques de un cliente que la había llevado a la casa de un amigo, en la puerta 10 de la quinta planta. La víctima fue acuchillada y, tras intentar escapar, supuestamente cayó por el hueco triangular de la escalera.

Tras lo ocurrido en estas cuatro décadas, una antigua inquilina explicó que cuando vivía en el ático dormía con la luz encendida por temor. Pero es un caso aislado. En la finca la gente vive con tranquilidad, aunque por la calle los más supesticiosos hagan comentarios al respecto. Hasta la fecha en el número uno de Tres Forques oficialmente solo ha habido un homicidio, y fue el acaecido el jueves.

El resto de acontecimientos han sido auténticas desgracias. Como la de dos niños que se precipitaron al vacío, cuando uno intentaba salvar al otro que jugando en la cama había salido por la ventana. Dos suicidios (el de un ciudadano argentino y el del cuñado de la que fue propietaria de casi toda la finca, Mercedes Viana) así como las muertes por un escape de gas de la vedette Gracia Imperio y su antiguo novio en 1968. Pese a todo, los dueños de los pisos quitan importancia a estos acontecimientos. José Segura, vecino del inmueble, lamentó ayer que la actualidad relegase a un segundo plano el hecho de que en el edificio "también se han producido nacimientos, alegrías, cordialidad y buena vecindad entre los diferentes propietarios de las viviendas".

Gente trabajadora

Por ese motivo, cree que la gente se tiene que abstener de realizar manifestaciones o insinuaciones negativas sobre el edificio "pues resultan ofensivas, para mi y entiendo que para el resto de vecinos, todos ellos personas honestas, trabajadoras y serias, por no pensar, el atractivo que pueden suponer estas calificaciones, aptas para mentes mediocres, malintencionadas y abyectas que vía 'pseudoreportajes', fotos y vídeos quieran sacar tajada de un edificio donde, desgracias aparte, viven gentes de bien", apostilló.

Tras las pesquisas policiales por el asesinato del edificio de las tres calles, los vecinos retoman el pulso de la normalidad en el barrio de Patraix.

Prisión sin fianza para el presunto asesino

El titular del juzgado de instrucción número seis de Valencia, en funciones de guardia de incidencias, decretó en la mañana de ayer prisión provisional, comunicada y sin fianza para el detenido por la muerte de Edilene O. D. S., la mujer de nacionalidad brasileña de 32 años que ejercía la prostitución y que murió a cuchilladas el jueves de madrugada en la finca. De esta manera, el presunto asesino, Francisco Javier O. O., de 40 años, ya se encuentra entre rejas.

Todo indica que esta persona requirió los servicios sexuales de la mujer, a quien se llevó al piso en el que vivía y cuya propiedad es de un amigo, con el que compartía la vivienda. Según las primeras investigaciones Francisco Javier O. O., con antecedentes penitenciarios, agredió con un cuchillo varias veces a la mujer, que intentó huir por las escaleras malherida. En la persecución el agresor logró alcanzar a la víctima y, al parecer, la arrojó desde el rellano del tercer piso.

v. x. c. valencia