La Guardia Civil investiga el origen de unos restos óseos humanos encontrados en el fondo de una sima en Dos Aguas por un grupo de cuatro espeleólogos y, aunque los forenses todavía no han examinado con detenimiento los huesos, una de las hipótesis que se barajan es que pueda tratarse de un homicidio.

Según ha podido saber Levante-EMV de fuentes de toda solvencia, los restos humanos fueron encontrados por un grupo de espeleólogos de un municipio próximo a Valencia que acudió el pasado sábado a explorar la sima, una bajada vertical de unos diez metros de profundidad que se abre en su parte más honda en una gruta natural de ocho por cuatro metros. Una vez abajo, los deportistas exploraron esa sala y la siguiente. En la primera, encontraron huesos de un perro y de una cabra y en la segunda, el esqueleto de una segunda cabra. Una vez terminada la exploración, y cuando ya se disponían a salir, uno de ellos se topó con un fémur humano en la parte más baja de la primera sala, justo debajo de la boca de entrada de la cueva vertical.

Al darse cuenta de que era humano, miraron con más detenimiento y descubrieron un cráneo y un peroné, así como algún otro hueso fracturado. Tras abandonar la sima, informaron del hallazgo en el cuartel más cercano, el de Llombai.

Al día siguiente, domingo, acudieron especialistas del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (Greim), dada la dificultad para acceder al punto donde se encontraban los restos. El juez de guardia de Carlet autorizó a los agentes la extracción de los huesos sin la presencia del forense y ordenó su traslado al Instituto de Medicina Legal de Valencia (IML), donde serán examinados.

De momento, el especialista en antropología del IML aún no ha inspeccionado más que superficialmente los huesos, por lo que no se ha establecido la causa de la muerte ni han sido datados con suficiente precisión como para fijar un rango que permita a los investigadores buscar entre denuncias por desaparición en un periodo temporal concreto.

Lo que sí ha confirmado el antropólogo es que no todos los huesos hallados son humanos, tal como habían advertido los espeleólogos, y que los restos esqueléticos de animales no tienen por qué guardar relación temporal con los humanos.

Un acceso difícil

Aunque de momento todas las hipótesis están abiertas, la Guardia Civil está tratando este caso como un posible homicidio, sobre todo porque si fuese un excursionista que hubiese caído accidentalmente a la sima, es más que probable que se hubiese conocido en el momento, dado que esas salidas a la montaña suelen realizarse en grupo o, al menos, en pareja, y alguien habría alertado de inmediato.

Y en el caso de que se tratara de un deportista o un senderista solitario, lo habitual es que su familia o algún amigo conociesen al menos con cierta exactitud la zona geográfica de salida y que hubiesen acudido a las autoridades en busca de auxilio tras echarlo de menos.

Además, no había ropa, ni calzado cerca de los restos, lo que dificulta aún más la teoría de la caída accidental.

Nada de eso parece haber sucedido, lo que abre la puerta a la sospecha de que se trate de una muerte violenta y que la denuncia por desaparición, en caso de haberse producido, haya sido presentada suficientemente lejos de esa zona como para que la Guardia Civil todavía no haya relacionado ambos hechos.

La sima se encuentra cerca del sendero de descenso de una vía de escalada de Dos Aguas, abierta por una empresa de multiaventura de Valencia y que suele ser frecuentada por amantes de los deportes de montaña.