Un frutero de origen pakistaní que tenía dos tiendas en Picassent se enfrenta a nueve años y medio de prisión por secuestrar y torturar a uno de sus extrabajadores porque lo había denunciando ante la Inspección de Trabajo. El acusado, que está en prisión preventiva, aseguró que la denuncia es falsa y que se encontraba con su familia cuando supuestamente ocurrieron los hechos. El denunciante ratificó ante el tribunal la acusación y lamentó que el procesado lo dejó atado en un árbol porque se negaba a retirar la denuncia que presentó ante la inspección de trabajo por impago de salarios.

Los hechos supuestamente ocurrieron el 14 de abril de 2012. El frutero presuntamente invitó a la víctima a subir a su vehículo con el que circulaba por Picassent para hablar sobre la denuncia que había presentado. Unos minutos después de ir circulando, el acusado paró el vehículo y subió otro hombre que no ha sido identificado en el asiento trasero, quien, en connivencia con el procesado, le puso una bolsa de plástico en la cabeza a la víctima hasta que llegaron a un campo en las inmediaciones del Camino del Mas de Picassent. Allí, tras bajar del coche, el acusado y su compañero empezaron a golpear al denunciante con un palo en la espalda y en el muslo, con lo que la víctima se quedó tendida en el suelo aturdida. Seguidamente, siempre según la acusación, el denunciante fue atado de pies y manos con una cuerda. Luego, el acusado, armado con un cuchillo, le fue haciendo cortes mientras le pedía que quitase la denuncia so pena de seguir «con otras cosas», según detalló el denunciante al tribunal.

Como el hombre se negó a firmar los papeles, el procesado y el otro implicado lo ataron a un árbol en un campo de naranjos y le pusieron una mordaza en la boca. Los dos secuestradores dejaron a la víctima atada en el árbol hasta el día siguiente. El acusado volvió a pedirle que firmara la retirada de la denuncia, pero el trabajador no se doblegó y finalmente lo dejaron en el huerto atado de pies y manos.

El acusado insistió en que no se explica por qué su extrabajador lo denunció porque «la relación era buena». El procesado indicó que el denunciante estuvo trabajando para él seis meses y que quería volver a trabajar con él. «Yo no sabía que me había presentado una denuncia por cuestiones laborales. Nunca me reclamó dinero». Sin embargo, la víctima ratificó todos los extremos de la denuncia.