Un percance en un calentador mal instalado en el baño de una habitación alquilada en una vivienda de San Vicente del Raspeig, en Alicante, acabó con la vida de José Antonio Méndez. Su casero, que había reformado la casa anteriormente para hacer estancias independientes y poder así alquilarlas, ha sido condenado recientemente a un año de cárcel por el homicidio imprudente de su huésped.

El juzgado de lo Penal número 3 de Alicante ha condenado al casero a un año de prisión y a pagar a la familia de la víctima 70.000 euros en concepto de indemnización por la muerte del inquilino. La sentencia, a la que ha tenido acceso este diario, considera como un hecho probado que la instalación del calentador con el que se duchó el fallecido se llevó a cabo de forma incorrecta, así como las labores de fontanería.

Entiende la juez que la instalación del sistema de calentamiento eléctrico de agua que acabó con este hombre era incorrecta y no cumplía ninguna medida de seguridad, como así indicaron diversos técnicos en la vista oral. Asimismo, todos los testimonios de peritos coincidieron en que la distancia entre el calentador y el grifo de la ducha era muy corta.