La Comunitat Valenciana es la segunda autonomía con más denuncias por violencia machista en el primer trimestre de 2014, al sumar un total de 4.132, según el informe del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género, dependiente del Poder Judicial. Además, la valenciana es, con un 16,37 por ciento, una de las tres comunidades donde más han crecido las denuncias. En general, el número de denuncias en el primer trimestre de 2014 en España (30.411) ha aumentado un 3,1 por ciento respecto al año anterior, y el número de renuncias por parte de la víctima se ha reducido un 1,9 por ciento. Aún así, sólo se «formalizó» el 12,5 por ciento de las denuncias -3.801 de las 30.411 presentadas inicialmente-.

La presidenta del observatorio, Ángeles Carmona, ha insistido en la necesidad de que las víctimas «denuncien para que exista respuesta institucional de protección a la mujer y sus hijos» y lamentó que «siga siendo muy bajo el número de personas allegadas que denuncian los hechos delictivos». De hecho, la mayor parte las presentaron las propias víctimas (70,7 por ciento) mientras que las que llegaron del entorno familiar «sigue siendo residual», un 0,2 por ciento del total.

Cinco menores de 14 y 15 años

En el resto de los casos, la denuncia la efectuó el propio juzgado (8,8 por ciento), como resultado de una intervención policial (14,8 por ciento), por asistencia sanitaria debido a las lesiones (11,5 por ciento) o por los servicios sociales y/o terceras personas (1,7 por ciento).

En ese tiempo, los jueces dictaron 11.849 sentencias penales por violencia machista, más de la mitad de ellas (59,3 por ciento) condenatorias, y 4.614 órdenes de protección, el 59 por ciento de las solicitadas.

El informe señala también que el número de menores enjuiciados durante los tres primeros meses del año por violencia machista fue de 39, de los cuales cinco tenían entre 14 y 15 años. Carmona ha señalado que esta realidad revela que «se siguen produciendo las actitudes machistas bajo un velo de falsa igualdad» y que «se está produciendo una involución» en las actitudes de los menores, por lo que, dijo, «es necesario invertir en educación y sensibilizar sobre qué es la verdadera igualdad».