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Balance 2015

Dos bandas criminales son desarticuladas cada día en la Comunitat Valenciana

Durante los seis primeros meses del año han sido desmantelados 256 grupos delictivos, más de la mitad de ellos en la provincia de Alicante - La mayor parte de las mafias que operan en territorio valenciano se dedican al tráfico de drogas, los robos y la trata de personas

Dos bandas criminales son desarticuladas cada día en la Comunitat Valenciana

Casi dos al día. Esa es la media que arroja el número de bandas criminales desarticuladas en la Comunitat Valenciana en los primeros seis meses del año. En concreto, han caído 256 grupos organizados de delincuencia en el primer semestre de 2015: 83 en Valencia, 145 en Alicante y 28 en Castelló.

Fruto de estas operaciones se ha detenido a 1.456 personas entre enero y julio, según indicó ayer el delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Moragues. De éstas, 657 fueron arrestadas en Valencia, 688 en Alicante y 141 en Castelló. La mayoría de estas mafias que operan en territorio valenciano se dedican al tráfico de drogas, robos y trata de personas.

De visita en Alicante con motivo del «IV Curso de coordinación operativa en la lucha contra la delincuencia organizada, el terrorismo y el radicalismo violento», el delegado del Gobierno explicó que en el territorio valenciano hay más de medio millar de agentes que luchan contra la delincuencia organizada. En concreto, hay 102 agentes adscritos a la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) y 409 a las brigadas provinciales de Policía Judicial (B.P.P.J).

Además, con motivo del día internacional contra la explotación y tráfico de mujeres, Moragues indicó que 40.000 personas son objeto en España de la trata de seres humanos al año (3 millones en todo el mundo) y añadió que estas organizaciones mueven unos 5 millones de euros al día.

Justo ayer, la Policía Nacional desarticuló un grupo que explotaba sexualmente a mujeres en clubes de alterne de Gran Canaria. Se detuvo a un total de nueve personas y a liberaron a dos chicas. La investigación comenzó tras la denuncia de una joven rumana, controlada día y noche por los componentes del grupo y obligada a ejercer la prostitución, impidiéndole comunicarse por teléfono con sus familiares y retirándole todo el dinero que ganaba.

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