La mujer arrestada a finales de agosto por matar a cuchilladas a su madre, de 62 años, y a su sobrina, de apenas diez años, en el domicilio familiar, situado en la calle Tomás de Villarroya de Valencia, podría enfrentarse a la pena de prisión permanente revisable, según la imputación inicial que califica los hechos como constitutivos de dos delitos de asesinato, con el agravante de parentesco. El fiscal considera, sin perjuicio de una ulterior calificación, que al menos uno de los delitos de asesinato estaría recogido en el artículo 140.1.1ª del nuevo Código Penal, al tratarse de una víctima menor de 16 años y especialmente vulnerable.

No obstante, será el examen psiquiátrico el que determinará si era consciente o no de sus actos y si es imputable penalmente o se le aplica algún tipo de eximente. De hecho, Shufang Z. tenía reconocida desde 2013 una discapacidad del 65 por ciento por padecer trastorno mental de tipo psicótico. Asimismo, tenía un proceso abierto en el Juzgado de Primera Instancia número 28 de Valencia para determinar su incapacidad o no.

Según ha podido saber este periódico, la acusada estaba citada para el día 10 de septiembre, apenas trece días después de cometer presuntamente sus crímenes, para el reconocimiento judicial de su incapacidad. En dicho proceso su madre había declarado a su favor. Nada le hacía presagiar que antes de ratificar su declaración en el juicio sería asesinada por su propia hija.

Alternativamente a la imputación de dos delitos de asesinato la Fiscalía deja la puerta abierta a una calificación por un delito de homicidio con las circunstancias agravantes de abuso de superioridad y parentesco. Asimismo ha solicitado que se deje sin efecto la medida cautelar que le prohibía ver a su hija de tres años, pero que se le mantenga la prisión provisional, comunicada y sin fianza.

Prendas de ropa en el contenedor

El doble crimen se produjo en la mañana del pasado 28 de agosto, después de que el padre de la acusada y marido de una de las víctimas abandonara el domicilio familiar para irse a trabajar. En la vivienda se encontraba además de la acusada, junto con su hija, y su madre, la sobrina de ésta, de diez años de edad, quien estaba pasando las vacaciones escolares en casa de sus abuelos paternos.

Así en un momento no determinado transcurrido entre las 8.30 y las 11.30 horas, «la imputada cogió presuntamente un cuchillo u otro objeto cortante, y atacó con él a su madre y a su sobrina clavándoselo en múltiples ocasiones en el tórax y otras partes del cuerpo hasta causar el fallecimiento de ambas», según el escrito del fiscal.

Aunque en una de sus declaraciones la acusada dejó caer que escuchó unas «voces en la tele que le pedían matar», como ya adelantó Levante-EMV. En sus posteriores interrogatorios la mujer ha negado una y otra vez haber cometido los crímenes e incluso alega que en el momento de ocurrir estos se encontraba en Castelló con su hija de tres años. Sin embargo, los investigadores de la Policía Nacional hallaron prendas de vestir suyas ensangrentadas en un contenedor próximo a la vivienda, lo que indica que se cambió de ropa antes de huir en taxi a Castelló. Actitud impropia de una persona que tiene sus capacidades mentales anuladas.