Un hombre de 67 años fue juzgado ayer en la Audiencia Provincial de València por abusos sexuales a tres internas de un centro de personas discapacitadas de un municipio de l´Horta. El acusado se valía presuntamente del retraso mental de sus víctimas para mantener relaciones sexuales con ellas a cambio de pequeñas cantidades de dinero o incluso dándoles comida o bebida. Por estos graves hechos, cometidos entre finales de 2014 y principios de 2015, el Ministerio Fiscal solicita una pena de 16 años de cárcel.

El acusado, quien negó ayer los hechos ante la Sección Tercera de la Audiencia de València, frecuentaba con asiduidad el hogar del jubilado de esta localidad, cuyo nombre omitimos para preservar el anonimato de las agredidas, y que se encuentra situado junto al centro en el que realizaban talleres estas personas, todas ellas declaradas incapaces y con minusvalías entre el 57 y el 81 por ciento por discapacidad intelectual.

Así, aprovechando presuntamente el retraso mental de las internas del centro, conversaba con ellas y lograba engatusarlas para llevarlas al baño del propio hogar del jubilado o incluso a su domicilio, donde llevar a cabo sus encuentros sexuales. Aunque las víctimas aceptaban voluntariamente ir con él, los médicos forenses sostienen que el consentimiento de estas personas carece de validez al tener sus capacidades volitivas e intelectivas disminuidas considerablemente.

Diez euros por una felación

El caso se destapó en febrero de 2015 cuando una de las internas afectadas, a la que el acusado se llevó a su casa, se negó a mantener relaciones sexuales cuando ya se encontraban ambos desnudos y le contó lo sucedido a una trabajadora social. Ambas acudieron inmediatamente a denunciar los hechos y a raiz de esta denuncia la Fiscalía localizó a al menos otras dos víctimas, también internas de este mismo centro de l´Horta.

A una de ellas, con una minusvalía del 73 por ciento e incapacitada judicialmente, el acusado le ofreció presuntamente diez euros para que le realizara una felación en el aseo de caballeros del hogar del jubilado al que acudía éste regularmente.

Asimismo, según el relato de hechos de la Fiscalía, a otra víctima el acusado se la llevó a su propio domicilio y una vez allí mantuvo relaciones sexuales plenas con ésta pese a ser conocedor de que la mujer padecía un retraso mental que invalida su consentimiento.

La tercera víctima, con una minusvalía del 81 por ciento, también acudió al domicilio del acusado, quien le ofreció dos euros que ésta necesitaba a cambio de que se desnudara y tuvieran relaciones sexuales. A lo primero accedió pero finalmente no llegaron a tener sexo y la mujer se lo contó a una trabajadora social del centro de discapacitados.

El Ministerio Fiscal solicita para el acusado una pena de 16 años de cárcel por tres delitos de abusos sexuales, así como diez años de alejamiento para dos de sus víctimas y cinco para la tercera. Asimismo, si es condenado, en concepto de responsabilidad civil deberá pagar a los representantes legales de las afectadas 7.500 euros por los daños morales ocasionados.

Al estar incapacitadas, las víctimas no declararon en el juicio y a su testimonio dieron validez los psicólogos judiciales que las exploraron tras destaparse el caso.