Pierre Danilo Larancuent, el sueco de origen argentino que el lunes mató y descuartizó a un peluquero en su piso alquilado del número 77 de la calle Sueca, en el valenciano barrio de Russafa, habló por teléfono con el triple asesino también sueco Ricard AR Nilsson, con quien había escrito dos novelas negras mientras compartían prisión. Esa llamada se habría producido en la mañana del martes, cuando la maleta con parte de los restos del peluquero ya había sido encontrada, pero Larancuent aún no había asesinado al subinspector de la Policía Nacional Blas Gámez, que investigaba el crimen de la maleta.

Así lo ha afirmado el propio Nilsson en el periódico digital en el que colabora desde hace años y en el que también escribía hasta hace un tiempo Larancuent. Esa conversación es fundamental, ya que si se produjo entre la una y las dos de la tarde -el análisis de su teléfono móvil revelará ese dato-, podría demostrar que Larancuent bajó a la calle no sólo para huir sino con la intención de matar a los policías que había visto indagando por el vecindario y haciendo fotos en la calle desde la ventana de su casa, a la que habían llegado siguiendo el rastro de sangre que dejó con la maleta cuando se deshizo de ella, con el tronco de su víctima en el interior -las extremidades y las cabezas las debió arrojar antes a contenedores, ya que en el registro de su vivienda no aparecieron-.

Nilsson no ha revelado en esa información facilitada al digital sueco si Larancuent le habló del asesinato de Alberto Enrique Vila, el peluquero a quien descuartizó en la bañera de su casa a lo largo del lunes.

El asesino convicto, que cumple cadena perpetua en una cárcel sueca de alta seguridad por el asesinato de tres hombres, cometido el 27 de septiembre de 1999, se limita a decir que «su buen amigo y compañero» estaba «muy nervioso» cuando le llamó y que le dijo que tenía «problemas con la medicación». Según él, Larancuent sufría desde hacía años algún tipo de «enfermedad mental» que le obligaba a tomar fármacos.

De hecho, en ese texto colgado en la portada del digital sueco, que no es siquiera una entrevista sino una sucesión de opiniones narradas por él mismo, Nilsson aventura que Larancuent «ha debido sufrir una psicosis», ya que, según él, «todo había ido bien para él desde que salió de prisión». «No sé qué le habrá pasado. La única explicación razonable es alguna forma de psicosis», insiste el triple asesino Ricard Nilsson.

Realidad y ficción

«Mi buen amigo y colega Pierre Larancuent ha fallecido. ¡Descanse en paz!». Es el tuit que escribió Nilsson en su cuenta en esa red social a las 19.20 horas del miércoles, un día después de que fuera abatido por un agente de Homicidios que tuvo que abrir fuego sobre Larancuent cuando acuchillaba al subinspector Blas Gámez minutos hasta la muerte con un cuchillo de carnicero. Para entonces, los medios de comunicación suecos ya habían recogido el nombre completo de Pierre Danilo Larancuent, adelantado por Levante-EMV.

Tal como informó ayer este diario, Nilsson y Larancuent escribieron juntos dos novelas policiacas, la segunda de las cuales, «Con la muerte como sombra», describe las acciones de un asesino en serie que mata clavando un cuchillo en el corazón de sus víctimas, el método que empleó al menos en el caso del subinspector.