Una operación conjunta de la Policía y la Guardia Civil ha acabado con la detención de cuatro personas y el desmantelamiento de un laboratorio de cocaína de segunda extracción en un chalé de Riba-roja de Túria, según ha podido saber Levante-EMV de fuentes próximas a la investigación. Los agentes han confiscado, entre otras cosas, 12 kilos de cocaína preparada para su distribución.

El dispositivo policial, desarrollado por la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de la Policía Nacional y el EDOA de la Guardia Civil, se ha llevado a cabo en un chalé de Riba-roja de Túria, donde los investigadores han puesto fin a la actividad de un laboratorio de cocaína de segunda extracción. En esta instalación se encargaban de transformar la cocaína llegada a España en formato sólido o líquido y reconvertirla en clorhidrato de cocaína (el polvo en el que se distribuye). Para ello, los narcotraficantes se valían de determinadas sustancias químicas encaminadas a revertir el proceso con el que, previamente, habían convertido la cocaína en una sustancia líquida o en un bloque sólido a fin de intentar esquivar a los agentes antidroga en la aduana.

Los investigadores se han incautado también de dos bidones con un total de 700 litros de sustancias químicas empleadas para recuperar el clorhidrato de cocaína y dejar la droga preparada para su distribución. Además de este material, los agentes han encontrado 12 kilos de cocaína lista para su venta en el chalé que ocupaban los cuatro acusados.

Los detenidos son cuatro hombres de entre 34 y 61 años, de origen español y colombiano, acusados de un delito contra la salud pública. Asimismo los investigadores realizaron cinco registros en València, Riba-roja del Turia, L' Eliana, Chella y Canals donde intervinieron casi 12 kilos de, al parecer, cocaína, 700 kilos de precursores, 58 gramos de anfetamina, 48 gramos de metanfetamina y 77 gramos de, al parecer, marihuana. Además se incautaron de unos 5.000 euros, una prensa hidráulica, tres moldes para droga, planchas con diferentes logos, tres balanzas, una máquina de contar dinero, una máquina de envasar al vacío, tres secadores artesanales, 20 teléfonos móviles y una escopeta de cañones recortados.

Durante las investigaciones, los agentes averiguaron la identidad de los sospechosos así como sus domicilios, y observaron que en diversas ocasiones habrían comprado varias balanzas, un molinillo y productos químicos, lo que hacía pensar que el citado chalé de Riba-roja podría estar siendo utilizado como laboratorio para corte o extracción de droga, según han informado fuentes de ambos cuerpos policiales en una rueda de prensa conjunta, a la que han asistido el delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues; el coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil, Amador Escalada; y el comisario principal de la Jefatura de Valencia, Miguel González Defez.

La entrada en el chalé se produjo a principios de febrero cuando los agentes localizaron un laboratorio de extracción secundaria de droga, así como intervinieron cuatro kilos de cocaína ya procesada, 700 kilos de precursores, una prensa hidráulica, moldes, logos, planchas para realizar paquetes y unos 3.000 euros.

Posteriormente, los policías realizaron un registro en el domicilio de uno de los ahora detenidos e intervinieron otros siete kilos de cocaína, embalados y empaquetados.

Dos días después, los agentes detuvieron a otro miembro del grupo y realizaron dos registros, uno en una nave de Canals y otro en un domicilio de Chella donde intervinieron 58 gramos de anfetamina, 48 de metanfetamina, 77 gramos de, al parecer, marihuana, cuatro gramos de, al parecer, hachís, 20 teléfonos móviles y una escopeta de cañones recortados.

Finalmente, investigadores averiguaron que los sospechosos recibían envíos de cocaína y que ésta al parecer se encontraba dentro de un líquido viscoso para posteriormente realizar en el laboratorio la extracción secundaria para su conversión y transformación en paquetes de cocaína para su venta y distribución.