Cuatro agentes de la Policía Nacional resultaron anoche heridos, y uno de ellos tuvo que ser hospitalizado, tras ser agredidos por hombre y sus dos hijos cuando el primero iba a ser detenido por presuntamente haber agredido a su pareja.

El padre y sus hijos propinaron golpes y patadas a los agentes, a tres de los cuales tiraron al suelo, y uno de ellos, una agente, sufrió la fractura de la nariz, a otro le rompieron un dedo de la mano izquierda, un tercero sufrió un esguince en el dedo de una mano y el cuarto contusiones en un brazo y recibió un mordisco en la cara.

Según han informado a fuentes policiales, los hechos se produjeron sobre las 21 horas de ayer en la calle del Profesor Ángel Lacalle, cuando agentes del cuerpo fueron advertidos de que una mujer se había refugiado en un bar pidiendo auxilio porque había sido agredida por su marido.

Al llegar al lugar, los agentes vieron salir de un bar a una mujer con un bebé de pocos meses en el brazo, que les dijo que su pareja le había golpeado en la cara.

Cuando el agente estaba escribiendo esta declaración, se acercó uno de los hijos del presunto agresor y trató de arrebatarle la libreta e insultó a la mujer.

Apareció entonces el padre, y cuando los agentes le dijeron que iba a ser detenido por un supuesto delito de violencia de genero, otro de los hijos agredió a los agentes por la espalda y los tiró al suelo, donde comenzaron a recibir patadas.

Cuando otra agente estaba pidiendo refuerzo policial, el presunto agresor le quitó la defensa y le propinó un puñetazo en la nariz que le hizo caer al suelo, donde siguió recibiendo patadas y golpes por todo el cuerpo.

Mientras tanto, uno de los hijos propinó un mordisco en la cara a otro de los policías, mientras le agredía con la defensa que también le había quitado.

Finalmente el padre y los dos hijos fueron detenidos y los agentes atendidos de sus heridas, y la policía que sufrió la rotura de la nariz quedó ingresada en un centro hospitalario.