El joven de 21 años detenido en junio de 2016 tras provocar un pavoroso incendio forestal, que arrasó cerca de 1.600 hectáreas en municipios de la Canal de Navarrés y la Ribera Alta, ha sido condenado a una pena de cinco años y nueve meses de prisión por un delito de incendio forestal con riesgo para la vida de las personas, al contemplar las circunstancias atenuantes de confesión y anomalía psíquica. De hecho, el informe de los médicos forenses del Instituto de Medicina Legal de València establece que el acusado presenta una discapacidad intelectual del 43 por ciento, tiene una edad mental de doce años, y por lo tanto este retraso afectaba directamente a su raciocinio sobre el alcance de sus actos.

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de València dictó sentencia 'in voce' ayer tras llegar a un acuerdo de conformidad el Ministerio Fiscal con la defensa del procesado, a la que se adhirió el letrado de la Generalitat, que deberá ser indemnizada con 239.500 euros por los gastos ocasionados en los trabajos de extinción del incendio, que duró seis días.

En total las indemnizaciones en concepto de responsabilidad civil ascienden a 833.000 euros. 367.000 serán para los vecinos afectados por el fuego, cuyas parcelas pertenecen a las localidades de Bolbaite, Chella, Anna, Sumacàrcer, Estubeny, Sellent y Cotes.

Juan José G. M. confesó los hechos en el juicio y de esta forma vio rebajada considerablemente la pena solicitada inicialmente por la Fiscalía, que pedía para el acusado quince años de prisión.

Sorprendido contemplando el fuego

El fuego se inició a las 19.15 horas del 15 de junio de 2016 en la partida El Prado de Bolbaite. Según ha quedado acreditado, el ahora condenado prendió con un mechero unas cañas y matorrales, que rápidamente se extendieron por la zona debido a la vegetación.

En las labores de extinción participaron cuatro aviones, tres helicópteros, doce brigadas de bomberos forestales, nueve brigadas de la Diputación, cinco agrupaciones de bomberos voluntarios, agentes medioambientales y técnicos forestales. Asimismo, también colaboraron 108 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) con seis autobombas, un vehículo nodriza y un vehículo de transmisiones, así como personal de la compañía de Xàtiva y agentes de las distintas policías locales de los municipios afectados y de la Guardia Civil. El pirómano fue precisamente sorprendido contemplando la propagación del fuego, disfrutando con las consecuencias de su acción, y confesó de manera voluntaria a la Guardia Civil que él era el autor del mismo.

El incendio afectó a una superficie total de 1,535 hectáreas de terreno forestal y 90 hectáreas de terreno no forestal en los municipios de Bolbaite, Chella, Anna, Sumacàrcer, Estubeny, Sellent y Cotes. Entre los parajes protegidos afectados está la Cova de la Moneda de Cotes.

Tras un informe del perito ecotoxicológico, la valoración económica del daño ambiental asciende a 225.919 euros, al considerar que la incidencia del incendio en los terrenos afectados «había sido severa, suponiendo un grave riesgo de perjuicio sobre el equilibrio de los sistemas naturales».

Además de la pena de cinco años y nueve meses de prisión , la Audiencia de València impone al acusado una multa de 900 euros y el pago de 833.000 euros en indemnizaciones. No obstante, el condenado, que padece un trastorno límite de la inteligencia, se ha declarado insolvente.