El asesinato de María del Carmen Martínez, viuda del expresidente de Caja Mediterráneo (CAM) Vicente Sala, hubiera sido «imposible» sin la participación activa de su yerno y único acusado, Miguel López, según el grupo de Homicidios de la Policía Nacional. «No pudo ser otra persona», recalcó el jefe de esta unidad especializada en crímenes del Cuerpo Nacional de Policía a las seis mujeres y tres hombres que forman el jurado durante la novena sesión del juicio que se sigue en Alicante contra López, a quien se pide 24 años de cárcel por el asesinato de su suegra, cometido en el concesionario que él dirigía el 9 de diciembre de 2016.

Con categoría de inspector y licenciado en Derecho, este mando policial que actualmente no dirige Homicidios en Alicante relató que todos los indicios apuntan a la autoría de López, toda vez que se ha descartado la actuación de otras personas, como un sicario, o el móvil del robo.

Entre las «contradicciones y silencios» que enumeró a preguntas del fiscal y la acusación particular en relación a López, que fue el último que vio a la víctima, quien le entregó las llaves del coche aunque no acostumbraba a hacerlo con nadie y quien lo había estacionado en un punto oscuro y pegado a la pared, el único sin cámaras de vigilancia.

También que apagó o puso en modo avión su teléfono móvil entre las 17.48 y las 18.48 horas (coincidiendo con el crimen y sin posibilidad de localización por las antenas repetidoras) y que «nunca» él o su esposa preguntaron a la Policía en los meses posteriores por el avance de la investigación policial. Este detalle fue destacado por el entonces jefe de Homicidios ya que lo ve absolutamente inhabitual, y aclaró que los únicos familiares que sí preguntaban continuamente fueron el hijo primogénito de Vicente Sala y María del Carmen, Vicente Sala Martínez (que ejerce la acusación particular), y la hermana de la fallecida, que formaban parte de uno de los «bandos» de la familia frente al otro compuesto por las tres hermanas, incluida la esposa del acusado.

El policía recalcó que López fue el único miembro de la familia que no se refirió en ningún momento a las malas relaciones entre las hermanas con su suegra e, incluso, que dio a entender que pudo ser un robo, pese a que «no podía verla» porque las citadas relaciones estaban «podridas» al «odiarse por dinero».

También aseguró al jurado que López «mintió» cuando dijo que estaba junto a su mujer (la hija pequeña de los Sala-Martínez) cuando un empleado le telefoneó para comunicarle lo sucedido.