Un indigente valenciano de 64 años, Felipe G. C., permaneció más de seis horas muerto entre la noche del domingo y la madrugada de ayer lunes, víspera de Nochebuena, tirado en un parque del Cabanyal al que dan las fachadas de las numerosas viviendas que se alzan en torno a la plaza Martí Grajales, sin nadie se percatara de que lo habían matado. El hombre, antiguo trabajador del puerto de València, fue encontrado alrededor de las cuatro de la madrugada de ayer por una patrulla de la Policía Local de València, caído a los pies de un banco del parque público de esa plaza, después de acudir a ese punto a partir de la llamada al 112 realizada por un taxista a quien alertaron unos adolescentes que vieron al hombre caído sobre un gran charco de sangre.

Los policías locales comprobaron los hechos y dieron aviso a la Policía Nacional, que desplazó varias unidades al lugar. Una vez comprobada la veracidad de los hechos y confirmar que se trataba de una muerte violenta, los agentes alertaron al grupo de Homicidios de la Policía Nacional, que se ha hecho cargo de las investigaciones, así como a la Policía Científica.

Inicialmente, ni siquiera estaba identificada la víctima, ya que el hombre no llevaba ningún tipo de documentación en sus ropas. Sin embargo, las huellas tomadas durante la autopsia permitió saber, a partir de los antecedentes policiales, que se trataba de Felipe G. C., de 64 años, quien llevaba años viviendo en la calle.

Según la información a la que ha tenido acceso Levante-EMV, el fallecido tenía numerosos antecedentes policiales, la mayoría de ellas por delitos contra el patrimonio, aunque también había sido detenido por delitos de cierta violencia.

De momento, la principal hipótesis es que murió a manos de un conocido, posiblemente en una posible riña en la que el homicida le asestó tres golpes en el pecho con un estilete extremadamente afilado que luego arrojó a poco más de dos metros de Felipe.

Los investigadores están tratando de identificar a las personas que utilizan esa zona para dormir a la intemperie, con el fin de tomarles declaración y averiguar si alguno de ellos, que ayer no regresaron al parque, está relacionado con los hechos.

Además, los agentes han recorrido las calles próximas para tratar de localizar cámaras de seguridad establecimientos que hubiesen podido registrar la huida del presunto asesino.

Llevaba seis horas muerto

Según las primeras investigaciones, la víctima apena se dio cuenta de lo que sucedía. De hecho, el forense de guardia apuntó que, casi con toda probabilidad, una vez recibidas las tres cuchilladas, una de las cuales le segó el corazón, se sentó en el banco. Y solo cuando trató de ponerse en pie, cayó fulminado a los pies del asiento.

La central de emergencias también envió al lugar una ambulancia del Servicio de Atención Médica Urgente (SAMU), cuyo equipo solo pudo certificar la muerte. En ese momento, el cuerpo ya estaba completamente rígido y frío. De hecho, el forense determinó que la muerte se había producido en torno a seis horas antes del hallazgo, es decir, sobre las diez de la noche anterior, hora en la que esa zona aún suele estar bastante concurrida.

El juez de Instrucción número 9 de València, en funciones de guardia, ordenó el levantamiento del cuerpo pasadas las seis de la mañana y su traslado al Instituto de Medicina Legal (IML) de València, donde a primera hora de ayer se le realizó la autopsia.

La Policía encontró a escasos metros del banco el afilado estilete manchado de sangre empleado como arma homicida y la brigada de Policía Científica ya la está analizando para buscar huellas o ADN del posible autor del este homicidio.