El juzgado de Violencia sobre la Mujer, que ha abierto una investigación contra un padre de Elche por maltratar a su hija, que era su pareja y con la que tuvo un bebé cuando ésta tenía 17 años, ha ampliado la causa por un posible delito de abuso sexual, según confirmó el gabinete de Comunicación del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Comunidad Valenciana, informa la agencia Efe.

El artículo del Código Penal que más se ajustaría a estos hechos es el 182, que se utiliza por ejemplo, para sentar en el banquillo a profesores por supuestos abusos a sus alumnos. El mismo dice así: «El que, interviniendo engaño o abusando de una posición reconocida de confianza, autoridad o influencia sobre la víctima, realice actos de carácter sexual con persona mayor de 16 años y menor de dieciocho, será castigado con la pena de prisión de uno a tres años».

El Ayuntamiento de Elche, preguntado ayer por este diario al respecto, señaló que no tenía conocimiento previo del asunto y que carece de competencias, al ser la chica mayor de edad en la actualidad. No obstante señalaron que, como en cualquier caso de violencia de género «tiene abiertas las puertas de la Casa de la Dona para lo que necesite», ya que la joven ha abandonado el domicilio que compartían junto a su niña y está viviendo con una tía paterna.

Paternidad

El diario también confirmó ayer que en su declaración judicial el padre manifestó que su intención era reconocer la paternidad de la pequeña ante el Registro Civil de Elche. Cuando nació, hace 15 meses, la madre, que entonces tenía 17 años, decidió inscribirla solo a su nombre, como madre soltera para, según explicó en su testifical, evitar las murmuraciones que se podrían haber realizado de saberse quién es el padre.

El TSJ también aclaró ayer que el hombre quedó en libertad porque la Fiscalía no solicitó en ningún momento una medida privativa de libertad, tan solo y como es habitual en estos casos de supuestos malos tratos, se dictó una orden de alejamiento de la muchacha. Lo que no es habitual es que sea ésta, la víctima, la que haya abandonado el domicilio que compartían.

Tras las declaraciones y las primeras decisiones adoptadas por el magistrado, se han solicitado, tal y como ayer publicó este diario, una serie de pruebas e investigaciones como constatar la filiación del pequeño para determinar si, realmente, es hijo del investigado. También se ha acordado una pericial psicológica respecto a la víctima. El Tribunal Superior de Justicia confirmó ayer lo publicado por este periódico, que una vez se dispongan de los resultados de estas diligencias, el juez decidirá si el caso es competencia del Juzgado de Violencia sobre la Mujer o ha de sustanciarse ante un juzgado de Instrucción ordinario.

La relación de pareja, según la declaración prestada por ambos y que es bastante coincidente, comenzó después de años de separación. El padre ingresó en prisión para cumplir una sentencia, al parecer por un delito de tráfico de drogas, y la muchacha quedó en desamparo. La guardia y custodia fue asumida por la Generalitat Valenciana y estuvo en un piso tutelado. Al cabo de un tiempo de salir el padre de prisión volvió a contactar con la muchacha. Algunas fuentes aseguran que fueron ocho años de separación, que él consiguió contactar con ella a través de las redes sociales y nació una relación entre ambos, por lo que se fueron a vivir juntos.

El asunto se destapó este pasado miércoles cuando se presentó una denuncia contra el padre por supuestos malos tratos. La muchacha habría recibido un golpe y fue descubierta llorando. Se procedió a la detención y, en el juzgado, se destapó todo.