Tres horas con un lujoso reloj de oro y diamantes de la marca suiza Richard Mille. Ese es el tiempo aproximado que tuvo entre sus manos la joya, valorada en 200.000 euros, un valenciano de 27 años que lo sustrajo al descuido a una pasajera en el aeropuerto de Tenerife. La víctima posó el reloj junto con el resto de pertenencias en la bandeja para pasar el escáner y, a la salida del aparato, detectó que no estaba, por lo que alertó a la Guardia Civil. La mujer continuó viaje hacia Barcelona y los agentes revisaron las grabaciones de las cámaras, donde vieron al presunto ladrón en el momento en que cogía el reloj, en la cola previa al escáner. Una vez averiguado su destino, lo esperaron en Alicante y lo detuvieron.