Tres guardias civiles se sentaron ayer en el banquillo como acusados por un delito de falso testimonio por presuntamente mentir para que se condenara por atentado contra la autoridad a dos hombres que resultaron inocentes. El juicio se celebró en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial después de que los tres acusados no llegaran finalmente a un acuerdo de conformidad al mantener su inocencia, ya que fue lo que interpretaron por la maniobra realizada por el conductor.

El ministerio fiscal solicita para cada uno de los tres procesados una pena de dos años de prisión por un delito de falso testimonio contra reo en causa criminal con la agravante de que ha sido cometido por miembros de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado.

Los tres guardias civiles están acusados de mentir en un juicio pese a que, al ser testigos, tenían la obligación de decir la verdad. Fueron llamados a declarar por un juzgado de lo Penal de Valencia el 7 de marzo de 2018 en una causa seguida contra dos hombres a los que se acusaba de un delito de atentado por, supuestamente, embestir con su coche a uno de los guardias.

Los agentes mantuvieron en este juicio que el coche de los dos hombres había arrollado a uno de ellos, como reflejaba el atestado por el que comenzó el procedimiento por los delitos de atentado con instrumento peligroso, lesiones y tenencia ilícita de armas.

Sin embargo, durante la vista oral se visionaron imágenes grabadas por una cámara de la zona en la que quedó patente que el guardia «resbalaba a una distancia lo suficientemente alejada del coche como para concluir que no cayó al suelo debido al golpe del coche».

El Juzgado de lo Penal número cuatro de València absolvió en junio de 2018 a los dos acusados y acordó deducir testimonio contra los tres agentes por haber mentido en dicha declaración testifical.

Además de la pena de dos años de prisión, el fiscal solicita una multa de 1.800 euros para cada uno por el delito de falso testimonio. Durante el juicio se visionó la grabación de las cámaras de seguridad del peaje de Sagunt donde ocurrieron los hechos.