Las acusaciones personadas en el caso contra Jorge Ignacio P.J., detenido por la muerte de Marta Calvo e investigado por otros dos asesinatos consumados y tres en grado de tentativa, han encargado un informe psicológico del presunto homicida en serie, en prisión preventiva desde diciembre de 2019.

Los letrados de las víctimas mortales y de otras mujeres que fueron víctimas de posibles envenenamientos por parte del acusado tienen intención de adjuntar este perfil a la causa que investiga el Juzgado de Instrucción 20 de Valencia. Dicho perfil ha sido encargado al catedrático de Criminología de la Universitat de València, Vicente Garrido, un reconocido especialista en la materia, que ha elaborado un gran número de dictámenes similares.

De forma paralela, el equipo de psicólogos del Instituto de Medicina Legal de Valencia ha pedido entrevistarse con el sospechoso para estudiar posibles patologías en su conducta.

El autor confeso de la desaparición del cuerpo de Marta Calvo y sospechoso de su asesinato, Jorge Ignacio P. J., deberá comparecer el próximo martes en el juzgado para escuchar la imputación de nuevos delitos, narcotráfico y agresión sexual, que le atribuyen tanto la Fiscalía como las acusaciones particulares.

Jorge Ignacio P., de origen colombiano, tiene antecedentes por narcotráfico y se encontraba en situación irregular en España cuando presuntamente cometió el crimen, en noviembre de 2019 en la localidad valenciana de Manuel. Está investigado por la muerte de Marta Calvo y otras dos mujeres (Arlene y Lady Marcela, ambas en la ciudad de Valencia), además de otras dos tentativas de homicidio. Asimismo ha sido denunciado por otras mujeres por la práctica de relaciones sexuales con cocaína, una sustancia que pudo haber sido determinante en la intoxicación fatal de las jóvenes.

Tras las últimas declaraciones testificales que se produjeron a finales del pasado mes de diciembre, la Fiscalía reclamó que el sospechoso fuese investigado también por delitos contra la salud pública, por la droga implicada en los distintos hechos, intento de homicidio y omisión del deber de socorro; mientras que el resto de acusaciones le atribuyeron también los delitos de daños morales, agresión sexual y profanación del cadáver de Marta, cuyo restos mortales todavía no han podido ser localizados casi un año y medio después del crimen.