Día importante en la vista oral contra el presunto asesino en serio Jorge Ignacio P.J. Hoy, en la undécima jornada del juicio en el que las siete mujeres y dos hombres del jurado deberán dilucidar si es culpable o no de tres asesinatos consumados y ocho intentados, irrumpe en la sala la figura de Marta Calvo, la 'víctima cero' del presunto depredador letal, en palabras de Pilar Jové, la abogada de la madre de la joven.

De hecho, la sesión se abrirá precisamente con la declaración de Marisol Burón Flores, la madre de Marta, que ha resistido estoicamente a las puertas de la Ciudad de la Justicia, cada día desde que comenzó el juicio, a la espera de este momento: el de poder contar a los jurados cómo fue en busca de su hija a Manuel siguiendo el rastro de la ubicación que la chica le había mandado aquella nefasta madrugada del 7 de noviembre de 2019, cómo logró que el hoy acusado de su asesinato le abriese la puerta de la casa donde supuestamente la mató, cómo le negó que la conociera y cómo le cerró la puerta.

Pero también el incesante periplo en busca de la chica, las dificultades para interponer la denuncia, para que la Guardia Civil la buscase en aquellos primeros días o cómo se hundió el mundo bajo sus pies cuando el grupo de Homicidios tomó las riendas de la investigación y empezó a tener que convivir con la idea de que su hija había sido asesinada.

La versión 'light' de un presunto asesino en serie

Hablará también Marisol Burón, que lo hará con su psicólogo, Mariano Navarro, sentado a su lado para darle seguridad y tranquilidad, del martirio al saber que el principal sospechoso se había entregado aportando una versión edulcorada y ajustada a sus necesidades, cómo supo que había confesado su descuartizamiento y la agonía que supuso levantarse de la cama durante los ocho largos meses en que la Guardia Civil destripó el vertedero de Dos Aguas en busca de esos supuestos restos desmembrados de su hija, por si cualquiera de esos días era el día en que la iban a avisar de que el cuerpo había sido hallado.

La esperada declaración de Marisol Burón, a la que todas las acusaciones, tanto la pública como las cinco particulares han bautizado como "la madre coraje sin la que hoy no estaríamos aquí", llega al undécimo día de juicio y dos años, seis meses y tres semanas después de la desaparición de su hija, sin que el cuerpo de la chica haya podido ser localizado jamás, por el enrocamiento de su presunto asesino, quien se mantiene firme en dos cuestiones: que no la mató, sino que la encontró ya muerta a su lado en la cama y que la descuartizó por miedo, porque en aquel momento estaba pendiente de una sentencia por narcotráfico.

Marisol no será la única en declarar hoy. También lo hará el padre de Marta (están divorciados desde hace años y concurren con abogados distintos), así como la dueña de la ferretería donde el acusado compró dos serruchos la tarde siguiente a la de la muerte de la chica de Estivella, que tenía 25 años cuando sucedieron los hechos.

Los caseros del acusado, buenos amigos

Tras ella, comparecerán los caseros del presunto asesino, una pareja que llegó a tener un fuerte vínculo con Jorge Ignacio P. J., mucho más personal que el inquilino y arrendatario, hasta el punto de que comieron juntos el sábado 9 de noviembre, dos días después de la muerte de Marta, y el 13 de ese mismo mes, justo antes de que Jorge Ignacio P. J. pusiera tierra de por medio y se fuese a València, cuando ya se sabía buscado porque Marisol Burón había denunciado la desaparición de su hija tras estar con él en la casa de Manuel, arrojase a la basura sus teléfonos (todos, menos uno) y se mantuviese así, huido de la Justicia, hasta que se entregó 21 días después, en la madrugada del 4 de diciembre de 2019, en el cuartel de la Guardia Civil de Carcaixent.

El jefe de Homicidios desgranará toda la investigación

La jornada de hoy se prevé especialmente densa y larga, y es posible que se alargue hasta la tarde, ya que a continuación declarará el jefe del grupo de Homicidios de la Guardia Civil de València e instructor de la mayor parte del atestado policial. El sargento realizará un detallado repaso a toda la investigación y a los hitos que les permitieron ir estrechando el cerco contra el presunto asesino en serie, principalmente aquellos que les descubrieron que se encontraban con un depredador serial, que atacaba una y otra vez a mujeres siguiendo un mismo patrón (la introducción a traición de cocaína muy pura y en rocas en los genitales de sus víctimas hasta llevarlas a la muerte o al umbral de esta). Así mismo, explicará las mentiras que le fueron desmontando y los esfuerzos, baldíos hasta ahora, por encontrar los restos mortales de su víctima cero, Marta Calvo Burón.

Está previsto además que declaren dos de los agentes del equipo de Policía Judicial de Sueca, el primero al que la Comandancia de València le transfirió la investigación en aquellos primeros días y otros agentes que participaron en las indagaciones sobre las andanzas de Jorge Ignacio P. J. en los días inmediatamente posteriores al asesinato de Marta, que han podido ser reconstruidas, principalmente, a partir del estudio de geolocalización de los teléfonos que usaba el criminal en aquel momento.