Detenido por intentar envenenar con amoníaco a un compañero de trabajo en Elx

La Policía cree que echó esta sustancia y disolvente en la botella de agua de la víctima para acabar con su vida

J. M. Grau

Agentes de la Policía Nacional han detenido a un hombre de 51 años como presunto autor de una tentativa de homicidio en Elx. Los agentes consideran que el arrestado intentó envenenar, presuntamente, a un compañero de trabajo suministrándole disolvente y amoníaco que puso en la botella de agua de la víctima, con la intención de atentar contra su vida. El arrestado quedó en libertad con cargos tras comparecer en el juzgado de guardia de Elx, donde fue asistido por la abogada Rebeca García Serna y alegó que fue por «un error».

A través de la Sala 091 del CIMACC (Centro Inteligente de Mando, Comunicación y Control) se recibió un comunicado donde se alertaba sobre un trabajador de una empresa del metal que estaba siendo trasladado de urgencia al Hospital IMED de Elx, en concreto por una posible ingesta de algún producto químico nocivo para la salud.

Sobre este incidente los agentes pertenecientes al Grupo UDEV (Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta) de la Comisaría de Elx iniciaron una investigación para esclarecer lo ocurrido, ante la sospecha de que el producto químico pudiera haber sido suministrado de forma deliberada a la víctima por alguien de algún modo.

Ante esta situación, los investigadores se personaron en la empresa donde ocurrieron los hechos. Allí se entrevistaron con el gerente y con varios trabajadores que estaban presentes cuando la víctima comenzó a encontrarse indispuesta.

En la declaración de uno de los trabajadores que atendió a la víctima, los investigadores determinaron que, acto seguido de que la víctima bebiera agua de una botella que estaba individualizada con su nombre, empezó a encontrase mal. El testigo señaló que de la botella de agua emanaba un fuerte olor químico, similar al del disolvente.

Así pues, la botella fue trasladada al laboratorio de Policía Científica de la Comisaría de Elx, donde se llevó a cabo un análisis de su contenido. El minucioso estudio reveló que la botella contenía agua adulterada con un alto nivel de disolvente y amoníaco. Estos productos son muy nocivos y tóxicos para la ingesta humana.

Los agentes descartaron la ingesta del líquido por accidente y una posible acción suicida, y concluyeron que otro compañero de trabajo le había suministrado voluntariamente en la botella los líquidos químicos.