Una lluvia de botellas, mesas y sillas deja cuatro detenidos en un bar de Zaragoza

Las últimas horas de la madrugada copan la mayor parte de los altercados nocturnos que se registran durante los días festivos en Zaragoza debido al mayor efecto del alcohol en quienes acaban cometiendo los ilícitos. Así sucedió este pasado domingo a las puertas de un bar ubicado en la avenida César Augusto de la capital aragonesa, donde más de una decena de marroquíes y argelinos protagonizaron una pelea con lanzamiento de botellas de cristal, mesas y sillas que provocó un reguero de sangre. Fueron detenidos cuatro jóvenes que quedaron en libertad tras pasar este lunes a disposición judicial ante el Juzgado de Instrucción número 11 de Zaragoza, en funciones de guardia.

Los arrestados responden a las iniciales de M. O. –22 años y marroquí–, J. G. –29 años y marroquí–, M. I. –27 años y marroquí– y S. M. –29 años y argelino– y, según ha podido saber este diario, los dos últimos residen ilegalmente en España, tanto que en su expediente consta una orden de expulsión de territorio español. Todos ellos cuentan con antecedentes en su historial delictivo, entre ellos, lesiones, amenazas, robos con violencia, atentado contra agentes de la autoridad y desórdenes públicos. Ahora se les imputa un delito de riña tumultuaria.

La agresión se desató a las 8.20 horas cuando la sala de emergencias del 091 recibió una llamada de una vecina alertando de esta pelea en el bar Urban. Hasta allí fue comisionada una dotación de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Jefatura Superior de Policía de Aragón que, de camino, volvió a recibir una segunda llamada informando de que algunos de los implicados en la trifulca habían huido en dirección a la sala Oasis. Cuando los agentes llegaron al bar, se encontraron a varios hombres ensangrentados discutiendo y gritando entre ellos en tono muy agresivo. La escena quedaba completada por un montón de cristales rotos.

Un testigo de los hechos relató a los agentes la citada pelea y cómo S. M. le propinó un botellazo a M. O, ahora defendido por Carmen Sánchez Herrero y Luis Ángel Marcén. Al final fueron detenidos cuatro jóvenes y tres de ellos fueron trasladados de urgencia al Hospital Universitario Miguel Servet, donde los facultativos apreciaron su evidente estado de embriaguez.

El protagonismo de los detenidos no finalizó con su detención sino que en los precalabozos de la comisaría del Actur-Rey Fernando rompieron la ventana de la puerta de seguridad y amenazaron a los agentes en los siguientes términos: «¡Os voy a matar! ¡Ya nos veremos en la calle!».

Incluso a uno de ellos, a M. I., se le intervino una bolsa con 29,1 gramos de una sustancia de color blanco escondida entre su ropa interior que ya ha sido remitida a Sanidad para su análisis y estudio. Los agentes sospecharon de él al cubrirse reiteradamente la zona frontal del pantalón.