Descubren un criadero de marihuana en Burjassot al convertir el piso de los vecinos en un 'infierno'

Los dueños llamaron pidiendo ayuda porque el agua del grifo hervía y el suelo irradiaba un calor insoportable en plena ola de calor - La Policía Local de Burjassot detiene a dos hombres e interviene casi 200 plantas

Descubren un criadero de marihuana al convertir el piso de los vecinos en un 'infierno'

María González

Agua hirviendo en el grifo de agua fría, suelos que irradian calor hasta quemar los pies, bocanadas de aire caliente entrando por las ventanas... y todo ello, en plena ola de calor. Es lo que han tenido que soportar los vecinos de una finca de Burjassot en cuyos bajos habían instalado un criadero clandestino de marihuana que, obviamente, acabó siendo descubierto cuando esos vecinos llamaron a la Policía Local porque su casa se había convertido repentinamente en un 'infierno' insoportable.

El resultado, dos detenidos y la intervención de cerca de 180 plantas de marihuana en pleno crecimiento, así como la instalación completa del vivero, que carecía de los adecuados sistemas de ventilación, lo que hizo que el calor producido por los motores, en marcha 24 horas, acabara invadiendo el piso ubicado inmediatamente encima.

Los hechos se produjeron en la tarde del pasado lunes, cuando vecinos del primer piso de la finca, ubicada en la esquina de las calles Inés Mir y Vázquez de Mella, llamaron desesperados a la Policía Local porque desde hacía unos días su casa se había convertido en lugar insoportable por el calor que procedía del bajo.

Cuando la patrulla de la Policía Local de Burjassot acudió al lugar, fueron recibidos por vecinos de varias viviendas de la finca. Los agentes comprobaron que, tal como les habían explicado, de los huecos de las persianas emanaba mucho calor y que el metal de las mismas estaba muy caliente al tacto. Además, al entrar en la finca con los vecinos, recibieron la misma bofetada de calor que estos al asomarse a las ventanas de l patio interior, en el que detectaron "cierto olor a marihuana".

La fuente del calor y del olor

Así las cosas, acudieron al bajo y, al ver parcialmente levantada la persiana de la calle Vázquez de Mella, bajo la cual habían colocado piedras para evitar que se cerrara por completo y mantener cierto grado de ventilación en el interior, la levantaron y vieron dentro varios vehículos, a pesar de que, en apariencia, no había actividad comercial ni industrial alguna en el local.

En ese momento, y a la llamadas en voz alta de los policías, salió un hombre del interior que, mientras hablaba con los agentes, cerraba la persiana sutilmente en un intento por evitar las miradas de los agentes. Tras entrevistarse con él, les dijo que dentro solo había coches y que el bajo estaba alquilado por el dueño de un taller para guardar los vehículos y que él estaba haciendo "unas reparaciones". Su discurso, inconexo y lleno de vaguedades, les llevó a pedirle que llamase de inmediato a la persona que había alquilado esos bajos.

Apenas unos minutos después, llegó el inquilino del local, quien accedió a abrir de nuevo y dejar pasar a los agentes. Estos comprobaron que, efectivamente, en el interior había varios coches, pero, además, detectaron el foco del calor y el olor a marihuana: una estancia cerrada con puerta ubicada en medio de los tres bajos, que estaban comunicados entre sí.

Al abrirla, los policías, que para entonces ya habían pedido refuerzos, por lo que acudieron otras dos patrullas de la Policía Local de Burjassot, se toparon con el criadero ilegal. Contaron cerca de 180 plantas en macetas y toda una instalación con el habitual montaje de focos, un humidificador, distintos productos fitosanitarios y un precario sistema de ventilacion formado por ventiladores y algún aparato de aire acondicionado, a todas luces insuficiente para refrigerar la plantación. A ello se suma que tenían conectada la luz ilegalmente, algo que resultó obvio cuando los policías vieron el rudimentario enganche, con cables sueltos y parte del cuadro de luces colgando de la pared.

En ese momento, los agentes detuvieron a los dos hombres por un delito contra la salud pública (tráfico de drogas) y otro de defraudación de fluido eléctrico (conexión fraudulenta a la luz) y, además, se llevaron la furgoneta de uno de ellos, aparcada frente a la puerta, por carecer del seguro obligatorio. Tanto los arrestados como la plantación de marihuana fueron puestos a disposición de la Policía Nacional de Burjassot, encargada de tramitar las diligencias y presentar los detenidos en el juzgado y la droga, en Sanidad.