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Chad, el fugitivo de Tiktok, 17 años huyendo de la Interpol subiendo sus vídeos a diario

Está buscado por Estados Unidos por una denuncia de secuestro de su hijo, que él niega

Ahora ha conseguido asilo en Rusia, tras haber estado oculto en el Caribe

Chad muestra en redes los días que lleva huido y su nuevo pasaporte ruso.

Chad muestra en redes los días que lleva huido y su nuevo pasaporte ruso. / Cedida

David López Frías

Sus cuentas en redes sociales no son tan distintas de las que pueda tener usted. Una foto en un monumento, otra dando un paseo, otra comiendo en un restaurante y enfocando la comida. La diferencia es que a usted, casi con toda seguridad, no lleva la Interpol y el FBI 17 años buscándole para meterle en la cárcel.

Es la historia del Fugitivo de TikTok, que es como se hace llamar en todas sus redes sociales. Su otro alias 'el Kudzu el mapache'. No cuelga su vida solamente por esa vía, sino también en Instagram o Twitter, y va relatando su día a día a través de los diferentes países en los que se va refugiando para huir de las autoridades norteamericanas.

El protagonista sostiene que los cargos que pesan contra él, de presunto secuestro a su hijo, son falsos. Y tiene una página web en la que explica con detalle su caso y adjunta los documentos judiciales que le amparan. Ha estado fugado en varios países que no tienen orden de extradición con Estados Unidos, como remotas islas caribeñas o Rusia, que es el país en el que vive ahora y desde donde cuelga sus vídeos.

Su historia

Chad Zachary Hower, que es su auténtico nombre, es un tipo nacido en Titusville, Pensilvania, que trabajaba como desarrollador de software para Microsoft. Se casó y se fue a vivir con su esposa a Tennessee. Pero en 2001 se divorció y se marchó a vivir a Chipre. Fruto de aquel matrimonio había nacido un hijo llamado Aarys en 1996.

Asegura Chad Hower que, tras el divorcio, su madre tuvo varios comportamientos negligentes, y que incluso llego a esconder al niño para que él no le pudiese contactar. Y que en 2005, después de varias advertencias por parte del juez a la madre, él obtuvo la custodia de Aarys y se lo llevó a vivir con él a Europa.

“Después de perder la custodia, la madre de Aarys se fue a vivir a Pensilvania. Aarys nunca ha vivido en Pensilvania y no tiene más vínculos que algunos familiares. Pero allí, en Pensilvania, presentó cargos de secuestro contra mí”, explica Chad.

Prosigue en sus redes diciendo que “volé con Aarys a los EEUU en junio de 2006 para llevarlo a las visitas de verano con su madre hasta que la escuela se reanudó nuevamente en Chipre en septiembre. Nos separamos en Boston y él voló escoltado a Cleveland para reunirse con su madre. Me mudé a Seattle porque en ese momento trabajaba para Microsoft”.

Según su testimonio, la madre se negó a devolver al niño en agosto, que era cuando le tocaba entregárselo a Chad. De hecho, hizo falta una orden judicial para obligarla a hacerlo. Y el propio Chad adjunta en su página una copia de la mencionada orden. La juez, de apellido White, ordenó que ese niño se montase a un avión y volase hasta Chipre.

Contradicciones

En ese punto, todo se complica. Porque empiezan las contradicciones. Dice Chad que estuvo en los Estados Unidos “sólo durante una semana en 2006. Salí del país a mediados de junio de 2006 y no he regresado desde entonces. Durante este viaje, nunca entré a las fronteras de Pensilvania. Este es un dato importante, porque el cargo de secuestro dice que ocurrió el 6 de noviembre de 2006. Y eso, tal y como se presenta, es imposible, ya que no he estado en los EE. UU. desde junio de 2006. Incluso el FBI se contradice en la acusación sellada” cuenta, adjuntando dicha acusación de la policía federal americana.

Es ahí donde Chad cuenta que se crea una conspiración contra él. “El mismo juez White, sólo 2 meses después, el 6 de noviembre, participó en la creación de cargos de secuestro deliberadamente falsos contra mí y afirmó que se desconocía el paradero de Aarys, aunque tanto él como su madre tenían información de contacto completa sobre él en Chipre”, asegura.

A partir de ahí, el juzgado emitió la orden de arresto contra él. “Esto se hizo en secreto, a puerta cerrada, en un Gran Jurado Federal. Nunca se dio ninguna notificación ni se dio ninguna posibilidad de que mi defensa legal estuviera presente”, dice Hower.

“El FBI lo publicitó ampliamente para influir en la opinión pública a su lado. Aparecí dos veces en la portada del Erie Times (la tercera ciudad más grande de Pensilvania). También aparecí en las noticias de AP, en los periódicos de Pittsburgh y de Filadelfia, así como en noticias de radio y televisión a nivel estatal y regional. De hecho, así fue como mi familia se enteró de que me arrestaron en Bulgaria: al verlo en las noticias de la noche”.

Empieza la huida

Porque a Chad lo arrestaron en Bulgaria en 2009, cuando acudió al país europeo a dar una conferencia. Los americanos pidieron la extradición, pero no la consiguieron. Fue ahí donde empezó la huida del informático por todo el mundo. De Europa se marchó al Caribe, a la isla de San Cristóbal, donde padeció una enfermedad renal que casi le mata.

Del Caribe se marchó a Rusia, que es donde reside en la actualidad. Y allí ha conseguido la residencia. Ha aprovechado la situación geopolítica, la tensión entre las dos superpotencias, la guerra… y ha conseguido caminar libremente por las calles de Moscú, desde donde cuelga sus andanzas.

Su hijo, por su parte, sigue constando como desaparecido, aunque el chico (que no quiere tener relación con su madre e incluso se ha cambiado el nombre por el de Alex) está activo en redes e incluso tiene una página web en la que reclama estar vivo y visible para todo el mundo. Desde Estados Unidos, sin embargo, no han retirado su orden de busca contra Chad, que sigue subiendo a diario su vida como huido desde Moscú. El fugitivo sigue libre, y la Interpol ni lo huele.