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Mandarinas para todo el año

«Spring sunshine» es la nueva variedad con patente que hace furor en el campo valenciano, principalmente porque es tardía y permite alargar la temporada hasta mediados de mayo

Visita de asociados a Asovav a una explotación de mandarinas «spring sunshine» en la Vall d'Uixó emv

No es tan fácil de pelar como otras porque su piel es muy fina ni aguanta en el mercado tanto tiempo, pero es muy dulce, mucho más rentable que otras de su especie y, en especial, permite alargar la temporada hasta mediados de junio. Es la spring sunshine, una variedad de mandarina premium, como las orri o las nadorcott, que está haciendo furor en el campo valenciano, tanto que ha obligado a un proceso de regularización para ordenar su producción, según asegura Javier Sellés, secretario general de Asovav, la asociación nacional de operadores de variedades vegetales vinculada a AVA-Asaja.

La spring sunshine es una variedad de cítricos «inventada», como otras, en Israel, un departamento de cuyo ministerio de Agricultura tiene la patente. Su licencia en España la tiene la firma TEO, que es la que realiza su comercialización entre los productores, al igual que sucede con la orri. Registrada en 2016, la citada variedad se ha expandido de forma considerable en poco tiempo por España, fundamentalmente la Comunitat Valenciana, Murcia y Andalucía, donde ya hay 200.000 plantones instalados. No se pueden superar los 700.000, porque, como explica Sellés, el valor de esta mandarina está «en su limitación: si la tiene todo el mundo, la producción crece y bajan los precios». Esta última es una cuestión trascendental, en especial si tenemos en cuenta que una clemenules se vende en el mercado por debajo de los veinte céntimos por kilo. La spring sunshine sube a los cincuenta, lejos, aún así, de las orri, que «en un año malo como este ha llegado al euro». ¿Por qué se paga más por ella? Básicamente, «porque son muy productivas y se pelan mejor», afirma el secretario general de Asovav. De hecho, los royalties que pagan los agricultores a TEO por autorizarles su cultivo son elocuentes: doce euros la spring por cada plantón, frente a los 60 de media de la orri, aunque se ha llegado a los 150 cuando la compra se ha efectuado entre productores.

La gran ventaja de la nueva variedad, como ha quedado dicho, es que es de producción tardía. Aunque alcanza entre 40 y 50 toneladas por hectárea, no es tan productiva todos los años como la orri porque, al ser tardía, tiene problemas de floración de un ejercicio para otro. Sin embargo, esa misma condición es la que la hace tan deseada, porque permite extender la temporada para el agricultor hasta mediados de mayo y, en los mercados, hasta junio. Así las cosas, un productor que tenga entre sus variedades a la spring puede poner en los comercios frutos durante la mayor parte del año, sobre todo si en su catálogo incorpora las variedades precoces.

Las bonanzas de esta mandarina también han provocado cierta picaresca, principalmente por el robo de esquejes en campos donde hay plantones legales. Para luchar contra esta «plaga», TEO y los productores van a constituir una asociación -Spring Running Committee- que, a partir de 2020, se dedicará al control, defensa y promoción de dicha variedad. Entre las medidas que aplicará será la creación de una marca que la identifique en el mercado.

Para tratar de poner fin a esta dinámica que perjudica a los agricultores digamos legalizados, TEO inició en abril de 2018 un proceso para regularizar la situación de aquellos que tengan árboles que no procedan de plantones de dicha empresa. Por el momento, la compañía está cobrando un royaltie de 12 euros, el mismo que hay que pagarle por cada plantón. Se trata de animar a esos agricultores a tener cultivos legales. A partir del 31 de agosto decidirá si mantiene ese precio o lo incrementa, según Sellés.

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