Según un nuevo estudio, un gas emitido por el brócoli y otras plantas, denominado bromuro de metilo, es uno de los signos que podría indicar la existencia de vida en un planeta. Este gas se usó como pesticida hasta principios de la década de 2000 y tiene varias ventajas importantes sobre otras firmas biológicas potenciales, si aparece en la atmósfera de un exoplaneta.

Científicos de la Universidad de California en Riverside, en Estados Unidos, sostienen en un reciente trabajo de investigación que el bromuro de metilo, un gas producido en la Tierra por el brócoli, otras especies vegetales y distintos microorganismos, podría transformarse en una eficaz firma biológica, capaz de identificar formas de vida extraterrestre en exoplanetas. El estudio fue publicado recientemente en la revista The Astrophysical Journal.

Según una nota de prensa, tanto el brócoli como otras plantas y microbios producen gases destinados a expulsar toxinas que pueden ser nocivas para su organismo. Los especialistas sostienen que estos gases podrían proporcionar una evidencia convincente de vida en otros planetas: su detección sería posible mediante una nueva generación de telescopios, especializados en la identificación de estos compuestos en las atmósferas de los exoplanetas. 

Huellas de vida en forma de gases

Tanto el bromuro de metilo como otros gases similares se generan cuando los organismos agregan un átomo de carbono y tres de hidrógeno a un elemento químico que desean expulsar. Este proceso se llama metilación y tiene la capacidad de transformar potenciales toxinas en gases que flotan libremente hacia la atmósfera. Según el equipo de investigadores liderado por Michaela Leung, la identificación de este proceso podría convertirse en una potente biofirma para detectar vida en mundos distantes

Las firmas biológicas o biofirmas son “huellas” que indican actividad biológica: la presencia de determinadas sustancias en un planeta extrasolar mostraría que alberga alguna forma de vida, siempre y cuando se descarte que la sustancia no puede generarse también por factores abióticos. Como la metilación está tan extendida en la Tierra, los científicos esperan que la vida en cualquier otro lugar también incluya este proceso. Además, destacaron que la mayoría de las células tienen mecanismos para expulsar sustancias nocivas.

En la Tierra, el bromuro de metilo es extremadamente común, pero no es fácil de detectar en nuestra atmósfera: la intensidad de la luz ultravioleta del Sol produce reacciones químicas que rompen las moléculas de agua en la atmósfera, dividiéndolas en productos que destruyen a este gas. Al parecer, en otros contextos cósmicos la situación es muy diferente

Grandes posibilidades de detección

El estudio determinó que el bromuro de metilo sería más fácil de detectar alrededor de una estrella enana M, que en nuestro Sistema Solar o en sistemas planetarios similares. Las enanas M son estrellas más pequeñas y más frías que el Sol, por lo tanto producen menos cantidad del tipo de radiación ultravioleta que termina destruyendo al bromuro de metilo.

Según los científicos, una estrella anfitriona del tipo enana M aumenta la concentración y la capacidad de detectar bromuro de metilo en cuatro órdenes de magnitud en comparación con el Sol. Además, hay que tener en cuenta que las enanas M son más de 10 veces más comunes que las estrellas como el Sol en el cosmos: por eso, serán los primeros objetivos en las próximas búsquedas de vida en exoplanetas

De esta manera, el bromuro de metilo tendrá que ser considerado como una sustancia clave en futuras misiones y en la planificación de las capacidades de los telescopios que se lanzarán en las próximas décadas. Por ejemplo, el Telescopio Espacial James Webb no está particularmente optimizado para detectar este tipo de biofirmas, aunque algunos telescopios terrestres extremadamente grandes que estarán en funcionamiento a finales de esta década sí lo estarán. 

Por último, los investigadores resaltaron que las reacciones que generan el bromuro de metilo están fuertemente ligadas con procesos relacionados con la vida, por lo que este gas y otros similares que se están evaluando poseen mayores posibilidades de convertirse en firmas biológicas eficientes, si se los compara con otras sustancias que podrían confundirse más fácilmente con procesos no biológicos. 

Referencia

Alternative Methylated Biosignatures. I. Methyl Bromide, a Capstone Biosignature. Michaela Leung, Edward W. Schwieterman, Mary N. Parenteau and Thomas J. Fauchez. The Astrophysical Journal (2022). DOI:https://doi.org/10.3847/1538-4357/ac8799