El oso cavernario (12)

El caso Rubiales tiene una explicación matemática

El futbol femenino es la histéresis del mundo del deporte rey dominado por hombres

Alexia Putellas, Jennifer Hermoso e Irene Paredes.

Alexia Putellas, Jennifer Hermoso e Irene Paredes. / Jose Breton / Afp7 / Europa Press

Alicia Domínguez y Eduardo Costas.

La teoría matemática de las catástrofes y la teoría del caos indican que lo que se ha puesto en marcha en el seno del deporte rey es un proceso de cambios imprevisibles que no ha hecho más que comenzar. Y ha sido Rubiales, su falta de luces y su exceso de prepotencia, quien los ha acelerado. Después de un “piquito” no consentido, ni en el futbol ni en la sociedad las cosas volverán a ser como antes.

Alicia Domínguez y Eduardo Costas (*)

Llevamos días asistiendo a un despliegue mediático fabuloso en torno al caso Rubiales. Llegados a este punto, podríamos pensar que ya se ha tratado el tema desde todos los puntos de vista: político, social, deportivo… Sin embargo, falta la perspectiva científica para explicar la manera en la que, lenta e inexorablemente, se fraguó el fin de Rubiales.

Con una elevada probabilidad, el cautelarmente cesado presidente de la Real Federación Española de Fútbol, y muchos de los colegas y amigos que aplaudían a rabiar el discurso que Rubiales pronunció ante la Asamblea, se estarán preguntando cómo se ha desatado semejante catástrofe si, total, fueron un par de ‘nimiedades’: un ‘piquito’ a la futbolista Jennifer Hermoso, que quiso hacer pasar como consentido, y el hecho de agarrarse ‘aquella parte del cuerpo’, como él la definió, tan pudoroso ante sus pares y tan impúdico ante Hermoso e, incluso, ante la propia Infanta.

A muchos de ellos les resultará incomprensible la que se ha montado, habida cuenta de que el fútbol tiene un largo historial de escándalos, algunos mucho peores, de los cuales sus protagonistas salieron más o menos indemnes. Y todo por unas mujeres que la lían parda…

Una historia femenina en un mundo masculino

En el mundo del futbol las mujeres se han visto relegadas desde siempre a un segundo plano. El futbol femenino era algo marginal que arrastraba muchos menos seguidores que el masculino (en algún momento, la propia selección española femenina tuvo problemas para encontrar patrocinios). Las futbolistas, además, cobran mucho menos (por ganar el Mundial cada jugadora cobrará 248.000 euros, pero si el Mundial de Catar lo hubiera ganado la selección masculina, cada jugador habría cobrado 400.000 €).

Pero no solo eso: muchas mujeres se han quejado de ser espiadas en los vestuarios, toqueteadas de manera descarada y, a menudo, tratadas con superioridad y desprecio. Pero esas eran las reglas del juego que las mujeres tenían que aceptar si querían practicar el deporte rey. Así era el futbol.

¿Cómo en este ambiente pudo desatarse semejante revolución de apoyo a Jennifer Hermoso?

A Rubiales le costará entenderlo, no parece destacar por la brillantez con la que su intelecto comprende la ciencia, porque, con toda seguridad, desconoce la teoría matemática de las bifurcaciones de los sistemas dinámicos. Por eso nunca intuyó lo que se le venía encima. Esta teoría explica muy bien lo ocurrido.

CONCENTRACIÓN EN APOYO A LA JUGADORA DE SELECCIÓN ESPAÑOLA JENNIFER HERMOSO

CONCENTRACIÓN EN APOYO A LA JUGADORA DE SELECCIÓN ESPAÑOLA JENNIFER HERMOSO / J.Casares

Teoría de las Catástrofes

Planteada inicialmente por el matemático francés René Thom como un caso especial de la teoría de la singularidad, terminó popularizándose con el nombre de Teoría de las Catástrofes. Esta teoría resulta ser particularmente eficaz para explicar el comportamiento competitivo en los modelos de cambio organizativo de rápida evolución social, que es exactamente lo que está ocurriendo en estos momentos en el mundo del futbol.

En esencia, las ecuaciones de la Teoría de Catástrofes demuestran que, incluso los sistemas estructuralmente más estables, tienden a manifestar divergencias cuando pequeñas novedades que llegan al sistema empiezan a crecer poco a poco.

La mayoría de las novedades no pasan de un cierto punto y tienen una importancia marginal; pero en algunos casos, este punto se alcanza y las divergencias llegan a una “masa crítica”, dando lugar a discontinuidades abruptas que producen cambios repentinos en lo que hasta entonces se consideraba un comportamiento normal.

Extraña divergencia

En nuestro país desde siempre el fútbol fue “cosa de hombres” (como el Soberano), pero a principios de los 70 el futbol femenino irrumpió como una extraña divergencia en una sociedad ansiosa de cambios.

Tal y como predice la Teoría de Catástrofes, la divergencia fue ganando peso, marginal y lentamente, y cada vez más chicas querían jugar al futbol. Y esta divergencia creció hasta convertirse en una discontinuidad en un sistema que hasta entonces era estructuralmente estable.

Tampoco pensemos que fue un fenómeno extendido: en el 2022 había unas 90.000 mujeres federadas frente a más de 1.100.000 hombres.

Indudablemente, la llegada de las mujeres al mundo del futbol ha sido el acontecimiento más relevante a la hora de cambiar por completo el mundo del deporte rey.

Las jugadoras de la selección española posan con Mario Ruiz-Tagle, consejero delegado de Iberdrola, patrocinador principal del fútbol femenino.

Las jugadoras de la selección española posan con Mario Ruiz-Tagle, consejero delegado de Iberdrola, patrocinador principal del fútbol femenino. / RFEF

Las mujeres, factor de cambio

Así, aunque durante décadas el fútbol consiguió “mantener en su sitio” a las mujeres (es relativamente reciente el logro alcanzado por la selección femenina de futbol en cuanto al reparto de primas y derechos de imagen, que era muy desigual entre hombres y mujeres hasta que las futbolistas se plantaron en el 2022), ahora todo se ha ido de las manos.

¿Quién podía imaginar hace un mes que Luis Rubiales iba a ser cesado cautelarmente? Desde luego él, no. Está claro que no vio las señales que la teoría de catástrofes le ofrecían.

Es indudable que miles de voces conservadoras se alzarán para que nada cambie (la extrema derecha ya se ha apuntado a la versión de la cacería política y mediática de Rubiales): ¿Por qué esta campaña contra él si, al fin y al cabo, solo ha hecho ‘lo que siempre se ha hecho’?

Ha llegado la histéresis

Familia y simpatizantes del cesado presidente se aferran a la teoría de que las mujeres ahora “no aguantan nada” y que buscarle la ruina a un hombre por la “tontería” del piquito —no lo llamen beso, llámenlo agresión— es una canallada porque su gesto fue “lo normal” en un momento de euforia.

 Y tanto se lo creen que hasta la madre se ha encerrado en una iglesia. Pero quienes así piensan no se dan cuenta de que ya han perdido la guerra, aunque todavía puedan presentar batalla y ganar algunas.

Y la razón está en una propiedad derivada de las ecuaciones de la Teoría de las Catástrofes conocida como histéresis.

Rubiales, su madre, sus primas, los aplaudidores que ya empiezan a dejarlo tirado antes de que el tsunami les alcance a ellos también, desconocen que, aunque el estado de un sistema dependa de su historia previa, si se produce una divergencia lo suficientemente grande como para que termine siendo una discontinuidad, el comportamiento del sistema cambia tanto que jamás vuelve a la situación inicial. Sin duda el futbol femenino es la histéresis del rancio y caduco mundo del futbol dominado por hombres.

Teoría del caos

Llegados a este punto cabría preguntarse qué va a pasar. Y de nuevo, las matemáticas pueden arrojar luz: la Teoría de las Catástrofes está muy ligada a la Teoría del Caos, según la cual algunos cambios, en principio pequeños, se pueden acrecentar hasta límites insospechados en los sistemas no lineales que no pueden describirse mediante ecuaciones diferenciales.

 Así, la irrupción de las mujeres en el mundo del futbol ha puesto en marcha cambios imprevisibles que no han hecho más que empezar. Y ha sido Rubiales, su falta de luces y su exceso de prepotencia, quien los ha acelerado.

Después de esto, ni en el futbol ni en la sociedad (por lo menos en la occidental), las cosas volverán a ser como antes. A Rubiales le hubiera convenido conocer la Teoría del Caos y la de las Catástrofes, aunque gracias a su desconocimiento, estamos hoy en otro punto de la historia. No hay mal que por bien no venga.

(*) Alicia Domínguez es doctora en Historia y escritora. Eduardo Costas es catedrático de Genética en la UCM y Académico Correspondiente de la Real Academia Nacional de Farmacia.

Referencias

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·    Fútbol en España: número de mujeres federadas 2014-2022 | Statista

·    Ministerio de Cultura y Deporte. Licencias federativas

·   Lo que cobran nuestras campeonas por ganar el Mundial y la (sangrante) diferencia que sigue habiendo con los hombres