La celebración este fin de semana de la Feria del Moscatel en Chiva ha vuelto a abrir el debate sobre qué variedad de uva es la más representativa dentro del sector del vino valenciano. Aunque se cuentan por decenas los varietales que tienen su origen en la zona, en la región hay tres que representan mayoritariamente a cada una de las denominaciones de origen que desarrollan su actividad en la Comunitat: Bobal, Moscatel de Alejandría y Monastrell.

Por extensión, cabría deducir que la uva Bobal es la más representativa. Con más de 23.000 hectáreas de superficie cultivada, supone cerca del 75% del viñedo de la DOP Utiel-Requena (la más amplia de la Comunitat Valenciana y una de las de mayor territorio en España), pero su presencia en otras denominaciones de origen valencianas es poco más que testimonial (en la DOP València apenas superan las 170 hectáreas y en Alicante su presencia es residual). En el caso de la Monastrell y la Moscatel, la presencia de ambas se localiza en las denominaciones de origen Alicante y València. En la zona alicantina se concentra la mayor parte del viñedo de Monastrell (6.212 hectáreas por las 792 de la DOP Valencia), mientras que en los territorios de València se contabiliza la mayor extensión de Moscatel (3.170 hectáreas por las 510 censadas en Alicante).

Si atendemos al origen de cada varietal, la Monastrell es la única uva que el Ministerio de Agricultura ubica en la Comunitat Valenciana como lugar de origen. En Alicante existe constancia de su cultivo desde tiempos inmemoriables -el dulce Fondillón se elabora desde hace siglos con esta casta-. En su registro de material vegetativo el Ministerio también incluye a la Moscatel (localizando su origen en África) y la Bobal (se limita a localizar su origen en la península ibérica), constatando la presencia mayoritaria de todas ellas en la Comunitat Valenciana, aunque en el caso de la Moscatel y la Monastrell con densidades de plantación similares a otras comunidades como La Mancha, Andalucía o Murcia.

En cualquier caso, las tres uvas aportan diversidad al sector vinícola, y añada tras añada, aumentan su prestigio. Fivamos (hasta el 13 de octubre en Chiva), el Foro Bobal (en noviembre en Requena) o el Congreso del Monastrell (promovido por la DOP Alicante) son eventos perfectos para conocer más y mejor nuestras variedades de uva tradicionales.