De manera generalizada, los consumidores están cada vez más sensibilizados en lo referente al cuidado del medioambiente y los procesos de producción éticos a la hora de decantarse por determinados productos. Sucede principalmente con el sector de los alimentos, pero también en otros como el textil. El mundo del vino no es ajeno a esta tendencia, sobre todo desde la introducción en el mercado de los vinos ecológicos, y cada vez son más las bodegas que adecuan sus procesos productivos basándose en una gestión ambiental consecuente con la situación del planeta. Desde los pequeños productores, que cultivan parcelas singulares hasta las grandes compañías vitivinícolas con extensas plantaciones de viñedo, todo el sector avanza (no todos al mismo ritmo) hacia el desarrollo de procesos que permitan implantar una buena gestión ambiental y no dañar, en la medida de lo posible, el medio ambiente.

Es importante matizar que el hecho de producir vinos naturales, ecológicos o artesanos, no tiene porqué suponer que se esté realizando una gestión ambiental clara y efectiva. Para confirmar que esa gestión ambiental respetuosa es real y eficiente existen diversas certificaciones que confirman los trabajos de las bodegas, entre ellas la de los sistemas de gestión ambiental ISO 14001, que permiten realizar el control y seguimiento de todos los procesos y actividades que puedan conllevar un impacto en el medio ambiente, proporcionando un marco de referencia para la conservación y protección del mismo a través de un sistema de mejora continua. Esta norma recoge todos los requisitos necesarios con los que una organización debe contar para poder garantizar su buen desempeño ambiental.

Bodegas El Villar, amparada por la DO Valencia, es actualmente una de las cooperativas vitivinícolas con un mayor compromiso con el cuidado ambiental y la sostenibilidad. Se trata de la única bodega de la Comunitat Valenciana que ha conseguido la certificación con respecto a la norma UNE-EN ISO 14001:2015 de gestión ambiental. La certificación engloba todas las actividades que realiza la entidad e incluye medidas relacionadas con la racionalización del consumo de agua, energía y uso de materiales y productos enológicos, minimizar y gestionar de manera óptima los residuos o realizar formación sobre la sostenibilidad de la entidad entre otros.

De manera paralela, El Villar desarrolla dos proyectos vinculados al medioambiente. Por una parte, los técnicos de la entidad trabajan en la recuperación y gestión de campos abandonados para mantener la actividad agrícola y evitar la despoblación en la zona. Además han puesto en marcha un proyecto para que sea la cooperativa la que realice la mayoría de los tratamientos fitosanitarios racionalizando su uso y preservando de manera eficiente el ecosistema.

Para Luis Cervera, gerente de Bodegas El Villar, esta apuesta por la sostenibilidad ambiental supone «satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones, garantizando el equilibrio entre el crecimiento económico, el cuidado del medio ambiente y el bienestar social».