El confidente que alertó a la policía de que el expresidente del Valencia Juan Soler quería secuestrar a su sucesor en el cargo, Vicente Soriano, presuntamente se ofreció a retirar la denuncia a cambio de 300.000 euros, según informaron ayer fuentes cercanas al caso. El hijo de Soler, que ayer declaró como testigo ante la juez del caso, aseguró que una vez abierta la investigación judicial el confidente trató de ponerse en contacto con su padre y al final le dijo a su abogado que «la oferta seguía en pie». El confidente también contactó con Soriano para ofrecerle información del secuestro a cambio de dinero cuando el asunto ya lo estaba investigando la policía. El presunto móvil del secuestro eran los 80 millones que Soriano le debe a Soler por las acciones del Valencia que compró en la fallida operación Dalport.

El confidente era el supuesto encargado de organizar el secuestro y grabó una conversación con un micrófono oculto en la que Soler le dio luz verde para llevarlo adelante, según recoge el sumario. Sin embargo, el hijo de Soler insistió ayer en que su padre solo se reunió con el denunciante para que buscara a inversores interesados en comprar la deuda de Soriano. El testigo añadió que se reunieron una vez con el confidente „en diciembre de 2013„ y le entregaron un dossier en que constaba la información de la deuda de Soriano (sentencias y el informe de un detective sobre sus bienes). «El objeto de la reunión era exclusivamente el tema de la deuda. Él explicó que había sido campeón olímpico „con Marruecos„ y que tenía multitud de contactos empresariales y políticos que podía utilizar para encontrar un comprador», señaló.

Además, indicó que del resto de lo sucedido no sabe nada y que se enteró cuando detuvieron a su padre, que siempre le ha dicho que no sabe nada del asunto y que recibió amenazas del confidente.

El testigo protegido explicó en junio en el juzgado que se reunió dos veces con los matones colombianos que supuestamente tenían que ejecutar el rapto. Una de las reuniones fue en la avenida de Aragón, número veinte, de Valencia y la Policía fotografió a los colombianos aunque no los pudo identificar.

El confidente reveló a la Policía Nacional que el plan era mantener dos días retenido a Soriano en un bajo de Alfafar para después trasladarlo a Francia. El objetivo era robar 100 millones que el expresidente del Valencia supuestamente tendría en el extranjero e ingresarlo en cuentas en Ucrania.