Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La carrera del niño prodigio Nikon "el maestro" Jevtic

"Sigo jugando con la misma pasión que cuando era un niño"

Hace una década, cuando era compañero de Alcácer y Bernat en los infantiles del Valencia, Nikon Jevtic era considerado el mejor jugador del mundo a su edad.

Año 2005. Nikon entrena en Paterna bajo la supervisión de su hermano Néstor. kai fösterling

Mitterndorf an der Fischa es un tranquilo pueblo austríaco de 2.200 habitantes, muy verde, bañado por el río Fischa, a unos veinte kilómetros al sur de Viena. Tiene una iglesia barroca del año 1775 y un museo del motor, bastante más conocidos que el club de fútbol local, el SV Mitterndorf, que milita en la 1 Klasse, la primera categoría regional. Su campo sólo posee una pequeña tribuna en la que quedan tendidas las camisetas lavadas del primer equipo. Pero a su plantilla se acaba de incorporar un jugador de 21 años que hace una década llegó a ser las más firme promesa del fútbol mundial. Los aficionados del Valencia oyeron hablar mucho de él. También Paco Alcácer y Juan Bernat, compañeros suyos en Infantiles. Se llama Nikon Jevtic. Desde su refugio, alejado de los focos y de los videos de Youtube que lo encumbraron prematuramente, Jevtic repasa para Levante-EMV una trayectoria marcada por las expectativas, pero también por «los celos» de ser visto «con diferentes ojos» en los equipos de los siete distintos países en los que militó. Y todo ello sin perder el optimismo que desprendía de pequeño: «Sigo jugando al fútbol con la misma pasión que cuando era un niño», afirma Nikon, que trabaja como cartero en la capital y estudia para convertirse en entrenador.

El principio de esta historia lleva a Valencia, al verano de 2005. Nikon tiene 11 años pero desde los 4 está siendo entrenado para convertirse en el mejor futbolista del planeta, con el beneplácito de sus padres, Zoran y Sladjana, una exjugadora de balonmano de la Antigua Yugoslavia. El hermano mayor Nestor le dedica 300 sesiones de entrenamientos de técnica individual al año, grabadas en video, y se tatúa en el brazo el augurio de verle coronado en el futuro como Fifa World Player. Los Jevtic admiran la cultura de la perseverancia individual que ha llevado a la elite a deportistas como Mónica Seles.

Concentrado en el sueño familiar, Nikon tampoco va al colegio. Desde su etapa en Londres en el West Ham, es su hermana Milly quien lo instruye por su cuenta en lecciones privadas en casa: «En Inglaterra el 30% de niños no van a escuela porque los padres prefieren enseñarle en casa. Es algo habitual allí, no necesitábamos tener ningún permiso». Tras años entre Belgrado, Viena y Londres, los Jevtic ven en Valencia el lugar ideal para dotar de un entorno estable el talento de su hijo. Piden permiso para que Nikon entrene y Pep Claramunt, director de la escuela, queda maravillado por la capacidad técnica del chaval. También se contrata a Nestor para que mejore la clase de jugadores alevines, infantiles y cadetes: «Casi todas las cosas que recuerdo de Valencia son bonitas. En esa época era uno de los mejores jugadores del mundo, a mi edad, con 11 años», rememora Nikon. La experiencia la recuerda como «muy buena». «Conocí a gente fantástica como Pep Claramunt. Era una bellísima persona que siempre estuvo ayudándome en todo, a mi y a mi hermano». Además, compartía vestuario con una hornada prometedora, la del 93: «Jugué dos temporadas con Bernat y una con Paco, que se incorporó un poco más tarde a la escuela. Son dos jugadores increíbles y les deseo lo mejor».

Cuatrocientos espectadores ven su debut, con gol de falta, contra el Torrent y se levanta una gran expectación en torno a su figura: «Eran muchos los días en los que aparecían informaciones sobre mi en SuperDeporte. Tal vez no fue algo positivo para un niño. Además muchos padres de compañeros míos estaban celosos por este motivo». Aún así, Nikon sigue en Valencia dos años: «En mi primera en Valencia, dos scouts del FC Barcelona se acercaron a mis padres y les preguntaron: '¿Cuánto quieres por él?'. Evidentemente, rechazaron la oferta y fuimos leales al Valencia», afirma Nikon en inglés, aunque todavía recuerda el castellano.

Schalke 04: Pareja de Draxler

La situación cambia cuando el Schalke 04 llama a su puerta: «Recibimos una oferta que no se podía declinar. Insistieron mucho en mi y a mi hermano le ofrecieron ser segundo entrenador del primer equipo. Había que aceptar». Su trayectoria en el club de la cuenca del Rühr, tras un inicio complicado — «tuve cinco lesiones musculares el primer año porque crecí mucho en muy poco tiempo»— fue ascendente: «Mi segundo año fue muy bueno y fui el máximo goleador de todas las categorías inferiores de la Bundesliga, a pesar de jugar de centrocampista».

En el Schalke 04 Nikon forma una demoledora pareja con Julian Draxler, actual estrella de los mineros: «Yo jugaba de organizador y él por detrás del delantero. Marqué 21 goles en esa temporada y él unos 7 u 8. Lo ganábamos todo». También en Gelsenkirchen, describe Nikon «fui siempre visto con otros ojos, porque yo era nuevo y Draxler había jugado en el Schalke 04 desde pequeñito. Tuvo oportunidades muy pronto en el primer equipo y se ha desarrollado en un gran jugador». Los recelos, en su opinión, se extendían a su hermano: «Muchos entrenadores de la Academia estaban celosos de Nestor, porque con 23 años estaba en el primer equipo y fue el técnico más joven de toda la historia de la Bundesliga y eso también puso el foco sobre mi».

Curiosamente, una sanción de Mirko Slomka propicia que Nestor sea el primer técnico de los alemanes en un duelo de Liga de Campeones de la 2007/08, precisamente contra el Valencia de Villa.

Nestor vincula su carrera a la de Slomka —le seguirá en el Hannover y el Hamburgo— y Nikon continúa su camino en los juveniles del Austria Viena: «Fue una buena etapa de tres años. Fui el capitán del sub'17 y el sub'19 y el máximo goleador del campeonato». Se sentía preparado para dar el salto a Primera división, por los que acepta el contrato profesional del Wiener Neustadt. Nikon es entonces un adolescente de 17 años que tenía entre sus aficiones el rap. Le gustaba en sus ratos libres componer canciones y colgarlas en Youtube, junto a sus otros videos en los que realiza virtuosismos con el balón. Este hobby le causará una mala pasada. En una de sus melodías carga con insultos raciales contra la cómica americana Chelsea Handler, de origen judío, que semanas atrás había criticado a los asistentes en Belgrado a un concierto de Amy Winehouse en la que la artista británica saltó ebria al escenario. La canción causó mucha polémica y en un país que castiga en su código penal el antisemitismo, el Wiener no se lo pensó y le expulsó del equipo. Todavía hoy a Nikon le entristece aquel episodio: «Aquello fue una gran estupidez por mi parte. Tenía 17 años y me dio por hacer una canción de broma. Se montó mucha presión mediática sobre el club para que rescindieran mi contrato y lo consiguieron».

La controversia le cierra las puertas de Austria y su carrera sufrirá un drástico viraje decadente desde entonces, mucho más errática en un momento decisivo, el de establecerse en la elite. No convence a los técnicos del Partizán de Belgrado y firma en 2012 por el Újpest, uno de los clásicos de Hungría, pero alterna más el segundo equipo que el primero. Ese mismo año prueba en el Korona Kielce polaco, para acabar volviendo a Hungría en 2013 y jugar cuatro encuentros en el Nyíregyháza Spartacus de Segunda división. De allí recala en el Sloga Petrovac na Mlavi, de la Segunda serbia. Definitivamente Nikon no había pasado el corte, marcado por la mayor fortaleza física, agresividad y rigor táctico de la etapa juvenil en el camino a la madurez de un chico que siempre fue peculiar, distinto al resto por la supervisión familiar, si bien Nikon niega «haber sentido nunca presión, tampoco por parte de mi familia».

«Un poco de mala suerte»

Entonces, ¿por qué no ha llegado a la élite? «Pienso que he tenido un poco de mala suerte y también que no tuve la oportunidad en una determinada edad de tener minutos en un primer equipo, también en la actualidad si tú no eres muy grande o muy veloz es casi imposible ser un futbolista 'top'. El factor genético es cada vez más importante, cada vez el fútbol es mucho más atlético y se parece cada día más a la NBA». La conversación se vuelve reflexiva cuando se le inquiere si le hubiese gustado pasar más desapercibido. Como un niño más. Es decir sin videos, ni youtube, ni minutos en televisión: «Hay cosas buenas y malas en todo eso. Probablemente para mi no acabó siendo positivo salir en los periódicos siendo un niño, pero nunca busqué notoriedad, nunca fui a un periódico a pedir que me hiciesen un reportaje».

Después de unos buenos números en el Blau-Weiß Hollabrunn de la regional austriaca, Nikon se divierte en el Mitterndorf, donde vuelve a sentirse una estrella, mientras se gana un sueldo como cartero y le toma gusto a la cocina. «Mi gran afición es cocinar. Me gusta mucho la comida y tengo que decirte que para ser amateur cocino realmente bien. Me gusta también ir al cine. Ya no escribo canciones de rap, aunque todavía las escucho». Con 21 años, todavía siendo un niño y con todos los sueños vitales por cumplir, Nikon sabe que no triunfará en el fútbol pero sí aspira a convertirse en un entrenador de éxito: «Dirijo en Viena al Hellas Kagran, un equipo sub'16. Cogí al equipo después de perder 32 partidos seguidos y ahora estamos segundos en la liga. Es divertidísimo. Me ascendieron tras hacerlo bien en el sub'11. Este año quiero sacarme la licencia B de la UEFA».

Por último, Nikon pide que se trate con respeto su historia y tiene un último recuerdo para Valencia: «He estado un par de veces desde que me fui y si tengo suerte este año me escaparé allí unos días. A veces veo los partidos del Valencia y este año están jugando muy bien. Cuando vivía allí, fui a todos los encuentros».

Compartir el artículo

stats