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Recuerdo

El espíritu olvidado de Haifa

El Valencia debutó en Champions ante el Hapoel en el año 99 entre el desconocimiento y la ilusión

El espíritu olvidado de Haifa

Fue una victoria del Valencia CF de Claudio Ranieri en Mestalla ante el Mallorca de Héctor Cúper, en la última jornada de la temporada 98-99 (3-0), la que permitió al equipo valencianista clasificarse como cuarto de la liga española y poder disputar por derecho propio la tercera ronda previa de la Liga de Campeones. Seis días después, Mendieta, Camarasa y Claudio López levantaban la Copa del Rey en Sevilla, tras vencer el Atlético de Madrid (3-0) en una final inolvidable. Eran aquellos maravillosos años...

El Valencia CF, que curiosamente firmó como entrenador a Cúper mientras que Ranieri recalaba en el Atlético, se estrenó en la Champions, una competición a la que llegaba de nuevas sin imaginarse las emociones que iba a vivir Mestalla, un 11/8/1999 en el estadio Kiriat Eliezer de Haifa (Israel) ante el Hapoel con arbitraje del alemán Markus Merk.

Ese partido de la previa de la Champions el Valencia CF estrenaba su tercera equipación, una camiseta gris de franjas horizontales con la que nunca más volvió a jugar (el club apostaría por el color naranja en Europa), y logró la victoria (0-2) con goles de Farinós y Claudio López tras un encuentro de lo que años más tarde se denominaría Made in Valencia. Es decir, a lo práctico.

Aquel partido estival se vivió con una emoción especial. Ese desconocimiento del recién estrenado torneo continental, y esa ilusión con la que se afrontó una competición tan grande como desconocida, permitió al Valencia pasar rondas contra pronóstico (Bayern, Rangers, PSV, Manchester, Fiorentina, Girondins, Lazio y Barça....) hasta llegar a la final de París en lo que se denominó el espíritu de Haifa.

Años más tarde, la Champions ya no fue lo mismo. El club perdió la inocencia futbolística, y llegaron unas temporadas en las que no se festejaban los éxitos deportivos sino que se celebraban los balances económicos. Lo deportivo quedaba casi en un segundo plano. De aquel partido de Haifa se regresó a València sin pensar en otra cosa que en el encuentro de vuelta en Mestalla. Cúper era un espartano. Y transmitía ese mensaje a sus futbolistas. Aquel 25/8/1999 iba a tener un protagonista especial: Juan Sánchez. El de Aldaia, que regresaba ese al Valencia procedente del Celta, marcaría los dos goles (2-0). Y el Valencia entraría en el sorteo de los 32 mejores equipos de Europa.

«Recuerdo ese viernes. No estábamos mirando si los rivales eran más fuerte o más flojos. Ese viernes nos podía la ilusión», relataba Sánchez. «Pensaban que íbamos a caer en la primera ronda porque no éramos un club muy conocido y jugamos la competición sin miedo a nada. No nos respetaban y dimos la sorpresa. Teníamos una gran plantilla, el equipo era muy sólido y competíamos muy bien», explicaba.

«Ahora, cuando hablo con compañeros de la época, se valora mucho más que entonces lo que logramos y te das cuenta lo difícil que fue. Es muy complicado volver a repetir aquello, pero ojalá el Valencia pueda lograrlo en un futuro», añadía.

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