Fue uno de los jugadores más aclamados de la remontada imposible contra el Getafe. En la festiva celebración en el balcón de la Tribuna, los compañeros amagaron con lanzarlo abajo, donde una masa embelesada coreaba su nombre. Su fulgurante aparición para voltear una eliminatoria con el corazón de Mestalla desbocado, valió el elogio de la crítica. Hasta Jorge Valdano, con un ojo clínico para la detección del talento precoz (recuerden a Raúl o Farinós) le dedicó un artículo en El País en el que llegaba a compararle con la irreverencia juvenil del primer Maradona. Hablamos de Kang In Lee, que tras ser uno de los héroes de la eliminatoria contra el Getafe, punto de inflexión emocional de la temporada, ha pasado al olvido. De hecho, es el futbolista que lleva más tiempo inactivo. Desde la noche mágica del 29 de enero, los otros 22 integrantes de la primera plantilla han tenido oportunidades.

Cero minutos de 450 ¿A qué se debe la repentina desaparición del surcoreano, justo en el momento en el que justificó, con fútbol y no solo con expectativas, las credenciales para seguir contando con oportunidades? Un argumento está en la recuperación de efectivos, como Gonçalo Guedes que juega en su demarcación, como atacante zurdo, y también el regreso de Kondogbia o el fichaje de Sobrino, que complican las plazas para completar la convocatoria. Cuando a Marcelino se le pregunta al respecto, insiste en la prioridad formativa de un jugador que mañana martes alcanzará la mayoría de edad. Sin embargo, esa cautela es fácilmente compatible con la presencia de minutos. La ausencia de Kang In Lee encierra otra paradoja, ya que ha coincidido temporalmente con la activación de la cláusula por la que el prodigioso jugador asiático pasa a ser futbolista del primer equipo de todo derecho, con nueva dorsal y cláusula blindada. Una maniobra hábil para evitar a los tiuburones de la Premier pero por la cual, a efectos prácticos, ya no puede jugar con el filial. Kang In Lee lleva casi tres semanas inédito, con dos encuentros fuera de la convocatoria. No ha contado para desatascar partidos complicados, como el de ayer frente al Espanyol, pero tampoco en escenarios propicios, como en Glasgow. El Valencia ganaba con comodidad por 0-2 y el marco era el propicio para que Kang In Lee se luciese y continuase creciendo, sin tanta presión competitiva. Pues no llegó ni a calentar en la banda.

En la gestión de la evolución de Kang In Lee chocan dos realidades. Por un lado la técnica, con un Marcelino con una actitud reacia a dar oportunidades a los jóvenes (caso extensible a Ferran y Lato) y muy respetuoso con las jerarquías internas del grupo. Por otro lado está el club, que usa el gancho promocional de la imagen de Kang In Lee con asiduidad en redes sociales y que tiene preparado un plan para la expansión comercial de la marca de la entidad en Asia con el reclamo del joven futbolista.