El Valencia CF estudia con su gabinete de abogados cuál es el próximo paso jurídico del procedimiento a seguir tras la decisión aprobada este lunes en la Asamblea Extraordinaria de Real Federación Española de Fútbol (RFEF) de variar el formato de la Supercopa. La idea ha sido obra del presidente de la RFEF, Luis Manuel Rubiales, y no ha gustado nada al presidente de la Liga, Javier Tebas, ni al Valencia CF, que se siente perjudicado por esta iniciativa de de jugar una «final a cuatro» en Arabia Saudí, que pagaría 30 milllones por asegurar la presencia del Barcelona y el Real Madrid. Este último y el Atlético acudirían como cuarto y tercer clasificado de la Liga, respectivamente.

El Valencia CF, como fijo, obtendría en torno al millón de euros, mientras que los dos grandes unos 6 millones cada uno. El Atlético cobraría 2. Luego vendría otro premio por jugar la final y otro por el título.

El club valencianista anunció el pasado viernes que había enviado un burofax a la RFEF avisándole de la «posible ilicitud de la alteración de las bases de la competición en la actual temporada» que podría cometer si se aprobaba este punto, tal y como finalmente ha ocurrido. Además, en dicho comunicado el Valencia ya avisó de que se reservaba «el ejercicio de las acciones legales que correspondan en defensa de sus legítimos derechos e intereses en caso de que finalmente dicho extremo del orden del día resultara aprobado por la Asamblea».

El Valencia, como finalista de la Copa del Rey, se ha ganado su participación en la Supercopa después de que el Barcelona, rival en la final de Copa, haya ganado el título de Liga. Sin embargo, la RFEF aprobó ayer que, además del Valencia y el Barcelona, participen en la Supercopa, bajo un formato de «final a cuatro», el Atlético de Madrid y el Real Madrid. Según quedó establecido para la actual campaña en la Circular nº 4 de la RFEF de 25 de julio de 2018, jugarían la Supercopa «los clubes que resultaron campeones en la temporada anterior de la Liga y de la Copa».