El Valencia no tiene tiempo ni para detenerse a observar sus heridas. Esta tarde en Mestalla le aguarda toda una final contra el Alavés que puede definir la temporada y anticipar muchas señales del futuro. Cerrada, de un fuerte portazo, la vía de entrar en Champions por la Liga Europa, tras ser barrido por el Arsenal, el equipo de Marcelino apura las últimas opciones por alcanzar la cuarta plaza. Faltan seis puntos y parte con tres de desventaja frente al Getafe, que a la misma hora (18:30 h.) visita a un Barcelona siempre favorito, pero marcado por su hundimiento en Anfield. Los blanquinegros deben ganar y esperar los tropiezos de los azulones y del Sevilla, empatado con los de Mestalla a 55 puntos y que se mide a domicilio frente al Atlético.

Con la final de Copa como fin de fiesta, la Liga retoma protagonismo ya que de la presencia en Champions, por motivos económicos, dependen muchas de las claves del proyecto: desde la capacidad de retención de futbolistas, a la capacidad adquisitiva para reforzarse (con la posible sanción de la FIFA por fichajes de menores) y la fortaleza con la que Marcelino afronte desde el banquillo el nuevo curso.

El Alavés, que apura sus opciones de Europa League, se encontrará a un rival poco reconocible en las últimas semanas, con un punto de agotamiento físico y mental que pide un reset. El Valencia ha perdido cuatro de sus últimos cinco partidos, venciendo únicamente al sentenciado Huesca y con una preocupante flaqueza defensiva, traducida en 13 goles en contra. Marcelino no desveló si realizará muchas rotaciones al afirmar que hay que responder «con las pocas, muchas o suficientes fuerzas que nos queden».

Lim, de Wembley a Mestalla

Peter Lim asistirá al encuentro recién aterrizado de Wembley, donde ayer asistió al cuarto ascenso en cinco años del Salford, el club amateur que compró junto a los Neville y que ya está a tres divisiones de la Premier.