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Off the record

El futuro de Kang In

El futuro de Kang In

sin el boato de grandes nombres como Rodrigo Moreno o Dani Parejo, el próximo mercado de verano encierra una decisión trascendental para el futuro del Valencia a corto y medio plazo. El club, a ser posible en connivencia con los agentes del futbolista, debe tomar una decisión con respecto a Kang In. El mediapunta coreano se ha convertido en una de las sensaciones del Mundial Sub'20 que está disputándose en Polonia. Ante Argentina, el pasado viernes, participó en los dos goles que certificaron la clasificación de Corea del Sur para octavos de final.

Su rendimiento internacional no hace sino confirmar todo lo que ha apuntado con el primer equipo del murciélago en las once apariciones oficiales que ha completado a las órdenes de Marcelino García Toral esta temporada. No hay nada que reprocharle al asturiano, ojo, en lo que respecta al reparto de minutos y la gestión del vestuario. El Valencia ha ganado la Copa del Rey y se ha metido en Champions League por segundo año consecutivo. Tiene al grupo en la palma de la mano y toda la confianza por parte del jefe, Mateo Alemany.

Ahora bien, si la campaña que se avecina va a seguir la misma hoja de ruta en lo que respecta a los futbolistas en formación, es lógico que tanto el club como los representantes de Kang In busquen una salida pactada. En pleno proceso de crecimiento, no es bueno que el fantasista asiático vuelva a pasar un año prácticamente en blanco. Los gestores deportivos de la institución, eso sí, deben analizar con detenimiento cuál es el mejor destino para el coreano. Una cesión pura y dura a cualquiera de los clubes de Primera que se lo rifan, sin un proceso de reflexión previa, no sería la mejor solución.

Como -acertadamente- señalaba Alemany en su comparecencia ante los medios del pasado miércoles, estamos ante un jugador diferente, especial, que necesita un hábitat y un estilo de juego muy definido para crecer. En el caso de que Kang In salga finalmente cedido, el equipo al que se marche debe hacerse responsable (para estos casos son ideales las cláusulas de penalización por número de partidos disputados) y comprometerse a que tendrá importancia dentro de la plantilla. Así, por poner un ejemplo, se marchó David Silva a Éibar, sabiendo el Valencia que, con Mendilíbar, la pelota iría al suelo y que el canario entraba en sus planes. Teniendo esa operación como referencia, hay que ponerse a trabajar. El caso merece diálogo y mucha materia gris. Nos jugamos mucho.

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