El fútbol trabaja ante la posibilidad de que se reanude la Liga, pero de momento no hay acuerdo entre los diferentes estamentos. Por una parte están los clubes en particular; por otra, los clubes en general enmarcados en la Liga de Fútbol Profesional (LFP), que preside Javier Tebas; y, por otra, los futbolistas que, como pasa con los clubes, cada uno tiene una postura personal, y además están representados por la AFE, el sindicato de futbolistas españoles.

Los acontecimientos se desarrollaron a partir del sábado día 18 de abril de la semana pasada, cuando el Consejo Superior de Deportes que preside Irene Lozano sentó en una mesa a la Federación y a la Liga, a Rubiales y a Tebas, para dejarles claro que será el gobierno, asesorado por los expertos, quien decida cuándo regresa el fútbol, y para que ambos se pongan a trabajar en un plan.

Pero a cada paso que las partes dan, aparece una polémica, y la primera fue que, sea cuando sea el regreso del fútbol, lo que está claro es que será sin público. Es más, sobre la mesa está la posibilidad seria de que los aficionados no puedan volver a los estadios hasta 2021. De momento ya se ha retrasado una semana el regreso a los entrenamientos y de las pruebas de coronavirus a los futbolistas y empleados hasta que lo autorice Sanidad, por lo que no hay fecha definida, más allá de que la UEFA ha pedido a las ligas de cada país que intenten finalizar sus campeonatos antes del 31 de julio.

Por su parte, los futbolistas, con el presidente de su sindicato a la cabeza, David Aganzo, son la parte más discordante del posible acuerdo. No son pocos los jugadores que han levantado la voz contra la posibilidad de que regrese la Liga sin plenas garantías, como el delantero del Villarreal Gerard Moreno, y hasta la plantilla del Racing de Santander al completo ha emitido un comunicado en el que los futbolistas dicen no estar de acuerdo con que se les someta a los test del coronavirus para volver a jugar cuando no hay para los sanitarios que trabajan en primera línea contra la pandemia.

Además, el diario Sport informaba de que el FC Barcelona se está planteando negarse a jugar si no hay plenas garantías sanitarias cien por cien fiables, y Tebas terció rápidamente asegurando que si un club se niega a jugar, será expedientado: «Perderá los puntos y para casa».

No será el caso de Valencia CF. José Luis Gayà, jugador del conjunto de Mestalla, ha asegurado en redes sociales «nosotros haremos lo que diga Sanidad», al tiempo que asume que no tienen más remedio que acostumbrarse a jugar a puerta cerrada «y por bastante tiempo».

En medio de tanta incertidumbre y opinión dispar, Superdeporte ha pulsado la postura oficial del Valencia CF, que aboga por que termina el campeonato pero siempre y cuando esté garantizada la salud de los jugadores. El club quiere que se pongan en marcha todos los protocolos y medidas necesarios para que termine la competición.

En este sentido, conviene tener en cuenta que para el Valencia CF, y para todos los clubes de fútbol en España y en Europa, el impacto económico de la crisis del coronavirus será menor si se termina el campeonato. Al respecto, la Liga de Fútbol lleva tiempo advirtiendo a los clubes que se protejan y contengan el gasto ante lo imprevisible del futuro. Primero les instó a que se hagan recortes de salario o ERTE, y en la última reunión con los clubes Tebas les aconsejó que tengan ojo en el mercado de fichajes y que tiren de cedidos y de cantera.