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Exhaustos y sin premio (0-1)

El Valencia de Gattuso cae en el último suspiro después de sobreponerse y plantar cara a todas las adversidades contra el Barcelona en un partido vibrante

Exhaustos y sin premio (0-1)Francisco Calabuig

El Valencia, Rino Gattusoy Mestallaacabaron exhaustos, afónicos y sin premio, después de desplegar un orgulloso ejercicio de solidaridad y esfuerzo descomunal para contener, resistir e incluso plantar cara ante un Barcelona claramente favorito, que se llevó los tres puntos del gran clásico del Mediterráneoen un gol en el descuento de Lewandowski. Los blanquinegros fueron sobreponiéndose a todas las adversidades, con un once cosido a lesiones, sanciones, a cláusulas del miedo, con jugadores fuera de su posición y marcado por la estadística moderna del duelo, con solo una victoria local en los últimos 15 años. La lesión de Cavani al cuarto de hora, aquejado de su tobillo derecho, multiplicó la dificultad de la empresa. Y Mestallahizo el resto. Aunque las viejas noches de gloria parezcan lejanas, el estadio enseñó una puesta en escena grandiosa desde horas antes del encuentro, con un llenazo hasta la bandera y con el homenaje tributado a David Villa, el quinto máximo artillero de la historia blanquinegra. Era el conjuro, hecho de tradición, identidad e historia para equilibrar un duelo entre dos proyectos más separados que nunca.

A pesar de que a los 22 segundos del duelo, el Valencia fue el primero en avisar, tras un despiste azulgrana, el Barcelona dominó plácidamente ante su superioridad técnica y ante las dificultades enormes del Valencia para sacar la pelota jugada, evidenciadas desde los primeros minutos con una mala entrega de Mamardashvilique agitó las pulsaciones de Mestalla. El meta georgiano, como ya es costumbre, volvería a ser providencial para sostener a los locales cubriendo con el rostro un mano a mano clarísimo contra Ansu Fati. El Barça llegaba a tres cuartos con conducciones largas y hasta con envíos directos de Ter Stegen ante un Valencia que achicaba agua cortando el último pase o bloqueando disparos desde la frontal.

Así ha sido el homenaje de Mestalla al Guaje VillaF. Calabuig

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La polémica

Al Valencia no le quedaba otra que correr y correr, trabajar y trabajar, emulando el ejemplo que el mismo Gattusodescribía en rueda de prensa recordando sus duelos con Xavi en los Milan-Barça. Ese espíritu de superación colectivo se personificaba en Foulquier, un lateral metido a mediocentro. Y pese a que el Barcelona iba a tener las más claras, con un testarazo al poste de Lewandoeski, el Valencia aguardaba despierto para colarse por la más mínima grieta. Lo hizo en dos ocasiones Marcos André, vivísimo para cobrarle una amarilla a Eric García y también a su sustituto, Marcos Alonso, en un lance para la moviola. Los valencianistas reclamaron la expulsión del defensa madrileño por ser el último hombre (aunque la dirección de la pelota era en diagonal) y también por la contundencia de la patada, sin buscar el balón y a la altura de la rodilla del hispano-brasileño.

La última de la primera mitad fue para el Valencia, con un cabezazo tras saque de esquina de Gabriel Paulista, convertido en la primera señal psicológica necesaria para crecer en la reanudación y colocar algo de miedo en el cuerpo al Barcelona. Y eso pasó en la segunda parte, en la que el Valencia dio un paso adelante y el duelo dejó de parecer asimétrico. La segunda señal vino con el gol de Samuel Lino, que empujó en el segundo palo un gran envío desde la derecha. El tanto fue anulado a instancias del VAR porque Marcos André rozó con los dedos la pelota su intento de alcanzar el cabezazo. El gol no subió al marcador, pero el Valencia, al contrario que en las anteriores segundas partes, se sentía mejor colocado, más entero y más protagonista.

Xavi se giró a su banquillo, repleto de quilates, para restablecer el dominio, dando entrada a Rapinha y a un Ferran Torres abroncado por el estadio, que seguía jugando su partido. El Valencia resistía hasta el último aliento de Gayà, que se quedó vacío y exhausto con carreras explosivas para abortar cada pase de la muerte de los azulgrana. Gattuso refrescaba a los valencianistas con la entrada de Toni Lato y de Samu Castillejo. En el Barça caía lesionado el segundo central, Koundé, suplido por un Piqué que entró sin calentar. El partido llegó a su final roto. Ferran Torres erró una ocasión clarísima al trabarse en un remate a placer. El Valencia resistía con un centro del campo formado por Jesús Vázquez, Guillamón y Toni Lato. En tiempo de descuento, el killer Lewandowski enseñaba el colmillo para desnivelar un partido vibrante. El Barcelona celebró el triunfo con euforia, señal de la gran exigencia que le planteó un digno Valencia que se quedó vacío y sin premio.

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