Los árbitros condenan al Valencia en Montjuïc (4-2)

El conjunto de Baraja cae 4-2 frente al Barcelona, al que De Burgos Bengoetxea y Latre ayudaron a empatar regalándole un gol en fuera 

Pepelu, rodeado de los centrales del FC Barcelona

Pepelu, rodeado de los centrales del FC Barcelona / EFE/Enric Font

Pascu Calabuig

Un gol en fuera de juego del Barcelona, el que valió a los locales para empatar a dos a un Valencia disminuido con un jugador menos por la expulsión de Giorgi Mamardashvili, sentenció totalmente al equipo de Rubén Baraja. El injusto 4-2 padecido por los blanquinegros en Montjuïc los deja ahora a dos puntos de la séptima plaza, y a cuatro de la sexta. Obligado a ganar el próximo domingo sí o sí al Alavés en Mestalla.

El Barça - Valencia de Montjuïc comenzó siendo fiel al guion esperado. El ‘baby team’ de Rubén Baraja resistió sin temor las primeras acometidas locales. Férreo y contundente, Cristhian Mosquera se transformó en un muro siempre pegado a Robert Lewandowski. El plan pasaba por aguardar agazapados y, a la mínima oportunidad, lanzarse como rayos al contragolpe. Justo antes del primer cuarto de hora cayó la primera ocasión visitante. Peter Federico -encargado de reemplazar al lesionado Fran Pérez- centró con precisión desde las espaldas de João Cancelo, y Hugo Duro estuvo a punto de sorprender a Marc-André ter Stegen. El portero extendió la mano para evitar el gol tras el sutil toque de tacón del delantero.

Sufría y sudaba lo que no estaba escrito el Barcelona corriendo a la desesperada para controlar a un Valencia que se había desmelenado. La volvió a tener la quinta del ‘Pipo’, pero no acertó y dio pie a que en la siguiente acción los culés ejecutasen una de las máximas que gobierna el fútbol, quien perdona, lo paga caro. Un sensacional pase en largo de Giorgi Mamardashvili traspasó a la defensa blaugrana y Peter lo bajó a la hierba para poder quedarse mano a mano con Ter Stegen, aunque en el momento decisivo se le apagaron la luz y el moto y disparó fuera. La respuesta del Barça sí fue definitiva. Fermín cabeceó a la red perfectamente la asistencia enroscada con la zurda de Raphinha (1-0, m. 20).

El Valencia, sin embargo, siguió en pie. Comprometido con lo que mejor sabe hacer. Combatir. La fe inquebrantable de Hugo Duro encontró el premio que el equipo merecía. Su insistencia en la presión le llevó a sacar petróleo del error de Ter Stegen, que intentó regatearlo con estrépito. El ‘9’ robó con el pecho y embocó la pelota en la portería (1-1, m. 27). El madrileño, con su diana número 13, rompía una sequía de cinco partidos sin marcar. Diez minutos más tarde, otro carrera de Peter Federico derivó en un penalti clamoroso de Ronald Araújo. Pepelu, frío como el ambiente ventoso y húmedo de Montjuïc, engañó al guardameta mandando el balón al centro (1-2, m. 38).

Jesús Vázquez, derrotado

Jesús Vázquez, derrotado / EFE/Enric Font

La alegría se desvaneció poco después como consecuencia de un error de cálculo de Mamardashvili, que antes había volado para repeler un potente chut de Cancelo. Al filo del descanso, en cambio, controló mal un servicio de Yarek y en cara a cara con Lamine Yamal el georgiano detuvo la pelota con el brazo fuera del área. De Burgos Bengoetxea le mostró la roja tras revisión en el VAR. Jaume Domènech entró al campo por André Almeida, el sacrificado.

Al Valencia se le presentaba una misión imposible en el segundo tiempo. El Barcelona no la necesitaba, pero se encontró con la ayuda del colegiado principal y, sobre todo, de Jaime Latre en la sala VOR. Nada más reanudarse el choque, Lewandowski remató un balón sacado desde la esquina que Jaume no acertó a detener mientras Fermín se encontraba en fuera de juego incidiendo en la jugada (2-2, m. 48).

Conforme avanzaba el reloj, pese a la inferioridad, el equipo blanquinegro continuó reduciendo los espacios del ataque de los de Xavi y albergó la esperanza de llevarse un punto. Incluso, en la única contra que el Valencia pudo disfrutar en este periodo, Diego López saboreó las mieles de la épica. El asturiano se entretuvo demasiado propiciando que Pedri pudiera rectificar y robarle la cartera antes de que encañonase a Ter Stegen.

Después del baile de cambios, con los que Baraja no pudo oxigenar al equipo, Lewandowski terminó dándole el triunfo a los catalanes. Primero, en un nuevo córner en el que Domènech volvió a fallar. No salió con decisión y la pelota le cayó al polaco tras haberla tocado Araújo (3-2, m. 82). El 4-2 final, también obra del ex del Bayern, acabó siendo un castigo excesivo para el Valencia pasado el minuto