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La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Valencia dio ayer luz verde sin reparos a un nuevo traspaso accionarial en la Rambleta, el primer equipamiento cultural de construcción y explotación cien por cien privada de la ciudad. Con esta pirueta accionarial, el proyecto cultural estrella de la alcaldesa, Rita Barberá, queda en manos de tres constructoras Cyes, Secopsa y Ortiz Construcciones, que juntas reúnen el 80% de las 14.000 acciones de la sociedad, fundada con un capital social de 3 millones de euros. El 20% restante lo conservará Ambito de Gestión Cultural.

Ámbito de Gestión Cultural, Ruzafa Show y Cyes fueron los socios fundadores de Bulevar de Arte y Cultura, adjudicataria a 20 años del futuro espacio cultural.

Según el acuerdo de transmisión de acciones aprobado ayer por el gobierno municipal, Ruzafa Show ha vendido la totalidad de sus acciones por el valor nominal (sin plusvalía) a Secopsa. Esta empresa, que también optó a construir el teatro-auditorio del barrio de Sant Marcel.lí, es una de las principales contratas del Ayuntamiento de Valencia.

En el mismo acuerdo, Construcciones Valencia Constitución -que entró en la sociedad hace unos meses tras adquirir la mitad de las participaciones de Cyes- ha vendido su parte a Ortiz Construcciones y se desmarca de la aventura empresarial.

El centro de la Rambleta, llamado a ser un referente cultural de la ciudad, lleva casi dos años bloqueado. El proyecto empezó a escorarse por las diferencias de planteamiento entre los gestores culturales y los constructores. La puntilla la dio la crisis inmobiliaria y financiera y el cerrojazo de los bancos al crédito. El coste del espacio cultural, cuya construcción se ha abre ahora a nuevos socios capitalistas, asciende a 14 millones de euros. El proyecto constructivo y cultural se ha reajustado a los actuales tiempos de crisis.

Canon de 2,2 millones de euros

A cambio de la construcción y gestión del centro el ayuntamiento pagará un canon de 2,2 millones de euros al año. La aportación municipal se negoció al alza -inicialmente era de un millón de euros- a petición de la adjudicataria. La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, puso la primera piedra del edificio, que tendrá un teatro-auditorio, un aparcamiento de 500 plazas, biblioteca y sala de exposiciones, en diciembre de 2007, unos meses antes de las elecciones. Los vecinos del barrio de San Marcelino han denunciado en varias ocasiones el bloqueo de las obras. En el solar del futuro centro cultural sigue el cartel anunciador del proyecto con los barracones de obra abandonados con la maleza como telón de fondo.