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El delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Ricardo Peralta, aseguró ayer que la Policía Nacional actuó en el Cabanyal para evitar enfrentamientos entre vecinos y policías locales y para salvaguardar el orden público. En su opinión, "los derribos deben pararlos los tribunales, no los ciudadanos", de manera que justificó la presencia de la policía y asumió la responsabilidad sobre su actuación, que según Teresa Fernández de la Vega, ha merecido la apertura de un expediente de investigación.

La comparecencia de Ricardo Peralta había despertado gran expectación después de la brutal carga policial del jueves y la aparente contradicción de que la policía del Gobierno, que está en contra de los derribos, empleara esa contundencia con quienes defienden las mismas ideas. Incluso dentro del Partido Socialista había cierta perplejidad y deseos de escuchar una explicación. Y eso es lo que ayer hizo Peralta.

Según dijo, el origen del problema está en la tozudez del Ayuntamiento por llevar a cabo unos derribos sin que los tribunales se hayan pronunciado al respecto. Aún así, explicó que la solución del problema tienen que darla los tribunales y "nunca los ciudadanos tomándose la Justicia por su mano". "El Gobierno está en contra de los derribos -dijo-, pero la actuación del Gobierno tiene que estar siempre dentro del Estado de Derecho".

Dicho eso, el delegado del Gobierno justificó la intervención de la Policía Nacional y asumió toda la responsabilidad de la brutal carga llevada a cabo. Según dijo, "nuestra obligación era estar allí para evitar enfrentamientos entre los vecinos y la Policía Local y para evitar problemas de orden público, que son competencia exclusiva de la Policía Nacional", explicó. "Los ciudadanos tienen mecanismos sobrados para evitar los derribos sin intentar impedirlos directamente", añadió.

Sobre las peticiones de dimisión que ha habido en las últimas horas simplemente dijo que hay decisiones que pueden gustar más o menos y en este caso dijo, no directamente, estar dolido.