La Policía Local de Valencia ha puesto en marcha un programa de formación para que sus agentes dominen las técnicas de mediación y, por el diálogo, resuelvan conflictos vecinales que de otra manera podrían terminar en los juzgados o en enfrentamientos personales más graves. El barrio elegido para probar este programa ha sido el de Nazaret, donde en los cuatro primeros meses del año se han hecho 43 mediaciones, la mitad de ellas por molestias de ruidos.

Este programa se enmarca dentro del proyecto europeo "Safeland", en el que participan siete paises de la Unión (Grecia, Bulgaria, Italia, Polonia, Rumanía, Reino Unido y España) con el objetivo de prevenir y luchar contra el crimen. De cada país se ha seleccionado una ciudad, que en el caso de España ha sido Valencia, y de cada ciudad un barrio, que ha sido el de Nazaret. Ayer tocó visita a Valencia y después de mantener las primeras reuniones con los responsables de todos los paises participantes se hizo una presentación pública en la que el concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Valencia, Miguel Domínguez, aseguró que el plan "mejora la calidad de vida de las personas, aumenta la seguridad y reduce los costes sociales". Se evita, por ejemplo, que algunos conflictos menores lleguen a los tribunales o terminen en agresiones, de manera que cuando finalice la experiencia piloto de Nazaret se ampliará al resto de barrios de la ciudad.

Según explicó el intendente general de la Policía Local, Rafael Mogro, el programa consiste en formar a los policías de barrio en materia de mediación para que cuando se presente un conflicto vecinal intervengan, convoquen a las partes al reten policial, propongan el diálogo y firmen un documento con el acuerdo alcanzado.

En los cuatro primeros meses se han hecho 43 mediaciones en Nazaret y sólo una ha terminado en fracaso. La mitad de los casos eran por ruidos, seguidos de insalubridad de las viviendas (12%), molestias de mascotas (9%), uso del espacio público (9%), impago de deudas (7%) etc.

Mogro comentó, por ejemplo, un caso de ruido nocturno que terminó con un acuerdo para que el vecino que molestaba bajara el volumen de la televisión a partir de las once y media de la noche; o el que le puso tacos de goma a las sillas para no molestar: o la casa de inmigrantes que olía mal y se estableció un turno de limpieza.

Dentro de este programa, en el que participan todas las entidades sociales del barrio, también se imparten talleres de violencia doméstica, seguridad vial, accidentes domésticos, drogodependencias, timos a mayores, prostitución, racismo etc.