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Gàtova fue la localidad encargada este año de acoger las "trobades" de la comarca de Camp de Túria. Al igual que ocurriera el año pasado en Marines, este pequeño municipio tradicionalmente castellanoparlante vio cómo su población de unas 500 personas se multiplicó espectacularmente con la llegada de padres y alumnos de los municipios cercanos. Hasta más de 6.000 personas según los organizadores, participaron en este encuentro festivo que contó con cerca de 40 talleres de actividades y otras 10 mesas de editoriales.

La Trobada tuvo lugar en el parque de las Cortes Valencianas, y los talleres, debido al tamaño y características de las calles, tuvieron que ser repartidos en tres plazas del municipio. Se trataba del cierre de fiesta a varios de días de actividades que completaban los premios Sambori y el encuentro musical de 14 escuelas que a lo largo de la semana realizaron sus actuaciones.

Según explicaba el presidente de la coordinadora pel Valencià del Camp de Túria, Voro Golfe, siendo esta una localidad en la que históricamente ha predominado el uso del castellano, "han querido poner su granito de arena para hacer visible la normalización del uso del valenciano". Cómo indicaba Golfe, las 17 localidades de la comarca estuvieron representadas en una jornada que empezó con el tradicional pasacalles desde las afueras del pueblo hasta el recinto festivo acompañados por la música de la banda del pueblo, dolçaines y tabalets.

Los participantes realizaron un mural, con una interpretación original de una obra del artista valenciano Rafael Armengol. Esta obra que quedará en la zona de celebración de la Trobada se realizó mediante piezas de socarrat (placas de cerámica o barro cocido pintadas). El colofón a la fiesta lo puso el grupo musical Tres Fan Ball que puso a bailar a padres e hijos al son de la música tradicional cantada en valenciano.