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Al inicio de la mañana, la Catedral de Valencia acogió la misa pontificial, a cargo del arzobispo de Valencia Carlos Osoro, quien trasladó a los fieles presentes en la Catedral las consideraciones de San Francisco de Borja, IV Duque de Gandia sobre «la presencia real de Jesucristo».

Quiso hacerle así homenaje en el 500 aniversario de su nacimiento y hablar de los cinco puntos de San Francisco de Borja que versan sobre quien es Dios, de dónde viene, cómo llega hasta los feligreses, a qué mundo viene y cómo se le ha de recibir. Sobre el cuarto punto explicó que «Dios viene a un mundo donde tantas ofensas y pecados se cometen contra su divinidad, donde no se respeta la dignidad humana, la vida» y existe el enfrentamiento entre los semejantes.

A estas consideraciones Osoro quiso añadir una propia con la que invitó a «poner a Dios en el centro de la historia y a Jesucristo Nuestro Señor en el centro de nuestra persona». Así, instó a «no marginarle como si fuera algo de un museo que sirvió durante muchos siglos» y que ahora «se le trata «en estos momentos como un simple recuerdo, considerándolo con cierto aprecio pero como un recuerdo más de la historia».

Durante su intervención, el prelado insistió en que «Dios está presente en la vida de los hombres» y aseguró que «cuando los hombres quieren retirarle cometen el mayor suicidio de la Humanidad». A la misa del Corpus Christi, acudieron entre otras autoridades, la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, el vicepresidente tercero del Consell, Juan Cotino, el presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana, Juan Luis de la Rúa, así como el rector de la Universidad Católica de Valencia, José Alfredo Peris, y representantes de la Asociación de Amics del Corpus.