Ocho de los catorce chiringuitos del paseo marítimo de Valencia han decidido separarse de la línea de confrontación marcada por la asociación a la que pertenecen y aceptar la reducción de las terrazas a 50 metros. La oferta realizada por la Dirección General de Costas de prorrogar hasta 20 años las concesiones si se ajustan a la ley parece compensarles y, desde luego, no creen que la protesta y la confrontación política les vaya a dar mejores resultados, más bien al contrario. Aunque no es lo que ellos quieren, entienden que con el tiempo podrán mejorar su situación.

La "excisión" puntual dentro de la asociación de hosteleros de Malva-rosa y Cabanyal se ha hecho pública después de la reunión mantenida el jueves con la Demarcación de Costas de Valencia, que terminó en fracaso. Los representantes del Gobierno les dijeron que había que cumplir el acuerdo firmado, que consistía en quitar las terrazas antes del 15 de octubre y mantener la concesión hasta 2013. Sólo ante las dificultades de los restaurantes para conseguir la licencia de obras municipal, se optó por dejarlos seguir hasta que tuvieran este permiso.

No obstante, de palabra se les ha asegurado que si quitan las terrazas en el plazo previsto podrán negociar una concesión a más largo plazo, de hasta 20 años. Y dadas las circunstancias, una mayoría de locales ha optado por el acuerdo.

Confianza en el Gobierno

Javier Arnal, copropietario de uno de los chiringuitos y alcalde socialista de Serra, explicó a Levante-EMV que "hay dos líneas de trabajo dentro de la asociación", los que quieren seguir confrontando con el gobierno para conseguir los 150 metros de terraza y los que quieren "respetar el acuerdo al que llegaron con el Gobierno", que son ellos. Ese acuerdo consiste en mantener el local de 150 metros y disponer de 50 metros de terraza hasta el año 2013, con la promesa añadida de "conseguir luego una concesión más larga e incluso revisar las medidas y la estética de los locales".

Lo que no quieren es seguir con la "crispación política" y que finalmente les "salpique" a ellos. "Nosotros lo tenemos bien encauzado con el ministerio y no queremos entrar en esta vorágine que no sabemos cómo acabará".

Arnal admite que reducir las terrazas les causará un perjuicio y está en desacuerdo con las medidas que les han dejado, pero "tampoco nos podemos rebelar contra la normativa vigente", dice. "Lo que queremos es tener una buena relación con el ministerio para mejorar las concesiones y ganar espacio", dijo Arnal, quien aboga por una negociación tranquila con el Ayuntamiento.

Los locales que estarían en esta tesis son El Bobo, La Murciana, Casa Zaragoza, Els Angels, La Alegría de la Huerta, Pans &Company, un "local de música" y un octavo establecimiento propiedad de 9 miembros de la asociación, precisó Arnal.

Ángel Muñoz, dueño de Els Angels, fue muy claro al respecto: "Ahora lo que más nos interesa es la concesión y tiempo habrá para cambiar la ley. De aquí a veinte años fíjate si pueden pasar cosas", dijo este veterano hostelero, que recuerda que el ministerio siempre ha cumplido su palabra con ellos y no es partidario de "la guerra de colores".

"No nos gusta lo que nos proponen, pero dentro de lo que hay es lo menos malo. Si podemos tener una concesión más larga mejor", asegura Ginés Navarro, de La Murciana, mientras que Ángeles Martínez, de La Alegría de la Huerta, asegura que "no tienen otra opción" y que tener una concesión larga es "lo ideal".

Peralta acusa a Rita Barberá de boicotear el acuerdo alcanzado

El delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Ricardo Peralta, ha acusado al Ayuntamiento de Valencia de intentar "boicotear" los acuerdos con los propietarios de establecimientos en la playa de la Malva-rosa. Según Peralta, en la reunión del jueves los dueños de los chiringuitos se comprometieron a "ajustar" las terrazas de estos locales a los límites legales para renovar la licencia de concesión de esta actividad. "En coherencia con este compromiso solicitaron del Ayuntamiento de Valencia las oportunas licencias de obra para llevar a cabo esa actuación", aseguró. Sin embargo, según Peralta, el Consistorio "no ha dado hasta la fecha" dichas licencias, y con ello "da la impresión de que no quiere colaborar con el cumplimiento de la ley" y que "se encuentra muy a gusto al lado de quienes no se ajustan estrictamente a la ley".

Torrado asegura que Costas chantajea a los hosteleros

La vicesecretaria de Comunicación del PPCV, Marta Torrado, declaró ayer que la Dirección General de Costas "trata de intimidar a los hosteleros para salirse con la suya" y criticó que la Comunitat Valenciana "sea medida con un rasero diferente. La dirigente "popular" calificó de "bochornoso" que Costas "haga chantaje a los hosteleros asegurando no conceder las licencias en caso de que no quiten las terrazas" y ha subrayado que los hosteleros valencianos "están siendo víctimas de un Gobierno socialista obsesionado con ningunear a la Comunidad". Para Torrado, la reunión que los hosteleros de la Malva-rosa mantuvieron con la jefa de Costas "fue una pantomima orquestada por el ministerio, ya que en ningún momento se ofreció alternativa para salvar las terrazas".