El brutal accidente en el paso a nivel de Xirivella levantó una oleada de protestas y manifestaciones en contra de estas intersecciones de vía. Tanto es así que ahora, treinta años después del siniestro, aquel paso a nivel ha desparecido.

Como medidas de seguridad, se levantó un muro con un vallado y se construyó una pasarela para peatones. La intervención más importante fue el desvío de la carretera de Torrent, aunque no fue hasta el año 2000 cuando culminó completamente esta actuación, al construir un puente sobre las vías ferroviarias por el que circulan los vehículos y que va a desembocar en la rotonda de la Cuarta Torre de Alaquàs. De manera que el tráfico rodado ya no atraviesa las vías del tren, por lo que un accidente de las mismas características no puede ocurrir en el punto en el que sucedió en 1980.

A pesar de que se han adoptado medidas de seguridad, los vecinos cruzaban las vías a diario hasta hace unos días, cuando algunos afectados por el accidente denunciaron la situación a través de Levante-EMV.

Los peatones alegaban al visible deterioro de la pasarela para justificar su decisión de cruzar las vías desafiando la peligrosidad que ello conlleva. De hecho, era frecuente ver a personas de todas las edades, incluso cargadas con carritos de bebés, pasar por encima del trazado férreo. El hecho de que parte del vallado se hubiera destruido contribuía a facilitar el acceso a los ciudadanos.

El alcalde de Xirivella, el socialista Josep Soriano, ha ordenado esta misma semana colocar "con carácter de urgencia" una protección en el vallado destruido paralelo a la vía del tren que impida que los vecinos crucen sin control. El pasado jueves, varios operarios estaban trabajando desde primera hora de la mañana en la instalación.