Con la denominación de auditorio o no, la sala para albergar diferentes actividades al aire libre junto al Museo Valenciano de la Ilustración y la Modernidad (MuVIM) se situaría a escasos metros de la calle Guillem de Castro, una de las tres vías de la ciudad con mayor contaminación acústica (con 78 decibelios a la altura del número 144) -junto a la avenida Ausiàs March (con 80 dB, a la altura del número 190) y la V-30 en el cruce con la calle Campos Crespo, con 79,9 decibelios- según datos del Ayuntamiento de Valencia.

Pero la calle Guillem de Castro, como circunvalación del centro histórico, diversifica el tráfico en toda su extensión, que no es poca. Según el Mapa del Ruido realizado por el consistorio que preside Rita Barberá, el auditorio del MuVIM se situaría a escasos metros de una calle cuya media de ruido se sitúa entre los 70 y los 75 decibelios, es decir que supera en diez la unidad de medida de intensidad sonora (fijada en 65 dB). Es más, la sala prevista al aire libre coincide con la entrada al túnel de Ángel Guimerá, de dos carriles, además de los otros tres que tiene el vial.

Según el mapa acústico de la ciudad, Guillem de Castro, de 7 a 23 horas -y en el punto concreto donde se situaría el auditorio- soporta una contaminación acústica superior a los 75 decibelios. Por la noche (de 23 a 7 horas), la cifra se reduce a 70 dB. Es decir, aquellos asistentes a los diferentes actos que podría albergar este espacio al aire libre deberán agudizar su oído para disfrutar del concierto, lectura al aire libre, conferencia o película de cine.

Y es que ese es precisamente el fin que persigue una sala al aire libre que el director del MuVIM, Javier Valera, se niega a reconocer como auditorio, a pesar de que la Real Academia de la Lengua Española (RAE) muestra como acepciones de esa misma palabra "concurso de oyentes", "sala destinada a conciertos, recitales, conferencias, coloquios, lecturas públicas, etc" y "lugar para dar audiencias". Sin embargo, el proyecto de la Diputación de Valencia, según describió recientemente el propio Valera, prevé una plaza -denominada de los Naranjos- "no más de 100 o 150 (asientos) que den la posibilidad de ofrecer alguna conferencia, un pequeño concierto, cine al aire libre...".

El denominado auditorio del MuVIM se ubicaría junto al Jardín del Hospital e incluye una alberca, una zona ajardinada y un paseo entre columnas originales ya que la intención es conservar, además, los restos arqueológicos que se consideren relevantes de lo que antaño fue la antigua zona hospitalaria.

Campaña municipal

La calle Guillem de Castro se incluyó en la campaña del ayuntamiento para colocar asfalto fonoabsorbente en la calzada para reducir el ruido en las zonas más conflictivas. El ayuntamiento aseguró que con este trabajo el ruido se reduce en unos 10 decibelios.

La concejala de Contaminación Acústica, Lourdes Bernal quiso dejar claro el "enorme esfuerzo" que está realizando el ayuntamiento para reducir el ruido en la urbe. La concejala popular recalcó que Valencia "fue el primer ayuntamiento en presentar el mapa del ruido y cumplimos con los parámetros que marcaba el Estado y que dejaban fuera las mediciones en las zonas de ocio o en el aeropuerto. Es injusto que nos ataquen por no luchar contra el ruido porque tenemos muchas medidas, planes y campañas en marcha. La mayoría de los distritos que superan las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) por la noche lo hacen por décimas".

Desde EU, por su parte, afirmaron que la política municipal de contaminación acústica "se basa en reducir el transporte público y fomentar el uso del coche privado. Estamos a la cola de España en cuanto a contaminación acústica".