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El Ayuntamiento de Valencia ha decidido reactivar sus planes sobre el Cabanyal proponiendo hoy al consejo de administración de la sociedad pública Plan Cabanyal-Canyamelar la construcción de 180 viviendas para realojos de los afectados por la prolongación de Blasco Ibáñez y el traslado, piedra a piedra, de la antigua lonja de pescadores, el único edificio protegido afectado por esta prolongación. El anuncio lo realizó ayer el primer teniente de alcalde y concejal de Grandes Proyectos, Alfonso Grau (PP), que lamentó que la mayoría de las obras deban aplazarse hasta que se levante la prohibición del Ministerio de Cultura de actuar en el ámbito del Plan Especial de Reforma Interior del Cabanyal (Pepri).

Grau explicó que el Ayuntamiento de Valencia se ha marcado dos líneas de trabajo mientras dure la suspensión impuesta por el Gobierno. La primera será adquirir todos los inmuebles que les sea posible dentro o fuera de la zona declarada Bien de Interés Cultural (BIC) para luego derribarlos, si estan en la prolongación, o rehabilitarlos. Ya se han dado 8 licencias de derribo y están pendientes otras 20, dijo.

Viviendas para realojos

Paralelamente, empezará a construir nuevas viviendas para realojar a las personas afectadas por la prolongación que así lo soliciten. De manera inmediata se podrán construir 43 viviendas en la confluencia de la avenida Blasco Ibañez con Serrería, pero en el lado del Cabanyal, en dirección al mar. Estas obras tienen una licencia anterior a la orden ministerial y por tanto podrán ponerse en marcha este próximo año, dijo Grau, que aseguró haber hecho las consultas pertinentes y haber confirmado la vigencia del permiso.

También se construirán 137 pisos en la calle Mariano Cuber, en las proximidades de la Sociedad Musical del Puerto. En este caso, sin embargo, no hay licencia de obras y el proyecto quedará bloqueado hasta que se levante la paralización impuesta por el ministerio.

Y hay un último plan para el final de la avenida Blasco Ibáñez, en la "joroba" que hay a la izquierda antes de llegar a Serrería, pero aquí hay que seguir negociando con el propietario y no es posible hacer el proyecto por el momento.

Por último, el consejo de administración de la sociedad pública Plan Cabanyal-Canyamelar aprobará hoy la redacción del proyecto definitivo de traslado de la antigua lonja de pescadores, que es el único edificio protegido afectado por la prolongación y que en 2009 cumplió cien años.

Lonja para uso público

Según Grau, el edificio se llevará piedra a piedra, ladrillo a ladrillo y madera a madera a un solar de la calle Astilleros distante apenas cien metros. Según dijo, este traslado no ofrece ninguna dificultad técnica, pues ya se hizo algo parecido con los muelles de carga de Renfe para reconstruirlos en el Parque Central.

Tampoco espera Grau ningún problema con la adquisición del edificio, pues ya existen conversaciones con el principal propietario, la Marina Auxiliante, y con los vecinos que viven allí se abrirá una negociación o se procederá a la expropiación.

El problema, como en el resto de proyectos, es el bloqueo, una vez más, de la orden ministerial que impide actuar en el ámbito del Pepri del Cabanyal, pero cuando se pueda hacer se hará y se le dará un uso público, dijo Alfonso Grau.

El gobierno municipal, los vecinos y el PSPV aseguran estar dispuestos a negociar

Las declaraciones del candidato socialista a la alcaldía de Valencia, Joan Calabuig, aceptando una prolongación o conexión de la avenida Blasco Ibáñez con el mar siempre que se consensúe con los vecinos han tenido efecto. Todas las partes dicen estar dispuestas a dialogar, aunque parten de posiciones muy encontradas. El Ayuntamiento de Valencia, por boca de Alfonso Grau, dijo ayer que siempre ha mostrado voluntad de acuerdo, cosa que no han demostrado, puntualizó, ni la ministra de Cultura ni el PSPV, que en estos diez años "todo lo que ha hecho ha sido llevar el caso a los juzgados". "Estamos dispuestos a sentarnos a hablar", dijo Grau, con la condición, eso sí, de que el Gobierno levante la paralización de actuaciones en el Pepri y se reconozca quién tiene las competencias para actuar en este plan. Desde el lado "contrario", la plataforma vecinal Salvem el Cabanyal emitió ayer un comunicado mostrando su disposición a negociar "un plan urbano que respete a las personas y el patrimonio". A su juicio, " el conflicto lo ha creado el PP" y "es imprescindible empezar de cero". Así pues, "si desde el PSPV o cualquier otra instancia se plantea un nuevo plan urbanístico los vecinos estarán dispuestos a participar desde el primer momento y con el mejor ánimo constructivo". Finalmente, la portavoz socialista, Carmen Alborch, aseguró ayer que "los socialistas valencianos siempre han defendido la recuperación y rehabilitación del Cabanyal desde la participación, el consenso y el diálogo con los vecinos". Alborch dijo que "el Gobierno ha actuado desde la legalidad y en el marco de sus competencias" para "favorecer la rehabilitación e impedir la destrucción" del barrio.